Mario Mankey responde en una instalación que llega a vila-real

¿Qué hay detrás de cada 'Te quiero un huevo'?

5/02/2021 - 

CASTELLÓ. No quiere este artículo ir contra el amor romántico. ¿Pero, y si nos bebiéramos "un chupito" cada vez que alguien dice te quiero cuando realmente no lo siente? O mejor, ¿y si hiciéramos sonar una alarma como hacen en La isla de las tentaciones cada vez que una pareja se traiciona? Decía Robert Musil hace 90 años que "el amor ya no existe". "Solo queda la camaradería y la sexualidad". En su caso, lo que Mario Mankey observa es mucha hipocresía y contradicción. "Algunos ignorantes que dicen amar lo que destruyen, ya sea su pareja, su patria o su ecosistema". 

Por eso,  lo que el artista vendría a reivindicar en sus trabajos es aquella frase que dice: "No me quieras tanto y quiéreme mejor". Una denuncia que se expande a muchos otros campos, no solo a las relaciones de pareja. En su obra, el creador de Sagunto no solo remueve las conciencias de aquellos que hieren a otras personas, sino de toda una sociedad que vive a espaldas del cambio climático. Mankey centra buena parte de sus piezas en el Antropoceno, una época geológica no reconocida de manera oficial, que ha sido creada y acelerada por los humanos y su mala conducta con el ecosistema. ¿De verdad queremos tanto la vida si dejamos que la Tierra se hunda? "Trabajo sobre los comportamientos humanos que me perturban, centrándome principalmente en las eternas contradicciones del individuo contemporáneo como resultado de sus ambiciones y limitaciones". 

El conflicto entre lo que deseamos y lo que realmente tenemos; como queremos seguir avanzado y progresando en el futuro y lo que el sistema patriarcal nos permiten hacer, empapan su último trabajo Te quiero un huevo. Una instalación que ha preparado el artista expresamente para la muestra Test de Vila-real, que inaugurará esta y otras dos exposiciones el sábado. 

Lo que allí se podrá ver son dos esculturas gigantes en forma de cuchillo que atravesarán las paredes del Convent Espai d'Art. Bautizada en un principio como #Instantkarma lo que quería reflejar con ella el artista era el impacto que está teniendo el cambio climático. Un cuchillo sale de una pared y atraviesa otra, porque "todo lo que estamos dando lo tenemos de vuelta". Un concepto "amplio", que como bien dice Mankey podría aplicarse a cualquier tema, pero que él lo vincula con el medio ambiente. No obstante, otra de sus preocupaciones es la violencia de género y las relaciones tóxicas, por eso su instalación derivó en Te quiero un huevo. "Es una expresión muy española que dice mucho de quién somos. La inmensa mayoría de gobiernos están dominados por hombres y la imposición de la fuerza. Pero además, hay quien dice que es patriota, pero no paga impuestos. Me interesa más el patriotismo que ayuda al futuro que a todos nos influye", expone el creador. 

Con todo, es el sarcasmo con el que acostumbra a trabajar lo que más atrae de su trabajo. Piezas que el mismo artista define como "estridentes", pero que no son tan claras como su mensaje. "Me gusta desconcertar, confundir, provocar un juego que comience un diálogo con el público. Tampoco hay que obviar la perspectiva del espectador, creo que ponerlo demasiado fácil sería un insulto tanto a la obra, como al tiempo e inteligencia del receptor. Cuando he creado más cómodo es cuando he olvidado el respeto a la obra, al arte, e incluso a mí mismo; ahora mismo pienso que la confusión es el camino que mejores posibilidades creativas ofrece".

Aunque tendría que haber sido en mayo del año pasado cuando esta exposición pasara por Vila-real, el festival ha podido reubicar todas las muestras en el calendario. Además, por lo que al artista respecta, asegura que la crisis sanitaria le ha servido para trabajar más relajado. "Hacer una instalación consume mucho esfuerzo", señala. Por eso, poder hacerlo con tiempo y cerca de casa, le ha permitido digerir con mucha más calma todas esas emociones que atraviesan por completo su alma. "Siempre suelo trabajar con estos temas. Además de instalaciones, hago lienzos, cómics y murales, pero siempre hablo de las lecciones que damos en la posmodernidad". 

Desde hace tiempo, las creaciones de Mario Mankey no habitan únicamente en España. Ha conseguido el valenciano que su imaginario vuele hasta Berlín o San Francisco, donde recientemente ha hecho una exposición individual. Y aunque, esta vez no es el caso, otra curiosidad: la mayoría de sus trabajos se colorean en rosa. Un "rosa frívolo", que según el creador, "resume perfectamente el grueso de la sociedad". Un país en el que solo en 2019 hubieron 31.911 víctimas de violencia de género. Y un mundo en el que más del 90% de la población respira aire contaminado.

  

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