Taulell trata de coger aire pero arrastra a su filial Levitile a la desaparición

CASTELLÓ. Levitile Ibérica, dedicada al rectificado y pulido de piezas, y el gran activo de Taulell hasta hace unos años, se ve abocada a la desaparición. La firma ha entrado recientemente en concurso de acreedores. Las últimas cuentas depositadas por la empresa, en 2017, recogen una facturación de 6,5 millones de euros y unos ligeros beneficios, pero la situación de la matriz, en concurso voluntario desde julio de 2015, ha acabado por arrastrar a la compañía. 

Y eso que la cabecera del grupo, que logró una quita del 50% después de vender la marca y la unidad productiva de TAU Cerámica a Pamesa por 17,5 millones de euros en junio de 2016, había logrado un acuerdo con sus acreedores dos años después. 

La histórica firma prevé, tras los dos años de carencia pactados con los acreedores, comenzar a pagar la deuda a finales de este 2020, que tras la quita y el ingreso por TAU ronda los diez millones de euros. Con ello debe estar, así, a punto de entrar en la fase de convenio, con lo que comienza a ver la luz al final del túnel, señala su administrador concursal, Roque Gámbaro. 

Piezas especiales y distribución, sus principales activos

De hecho, fuentes del sector señalan que los propietarios de Taulell incluso han retomado cierta actividad, muy incipiente eso sí. Concretamente, el corte y manipulación de pieza especial "desde lámina", no con producto fabricado propio, en las cercanías de Levitile, apuntan las fuentes. Esto contrasta con las diversas bajas en las inscripciones en el Registro mercantil de las marcas que poseía, como Civis Agora, Brico-Cer o TAU, la primera a la que renunció, lógicamente. Asimismo, el año pasado la firma llevó a cabo una reducción de capital, que quedó ligeramente por debajo de los 400.000 euros. 

De cara a su supervivencia, los principales activos de Taulell son las tiendas en Galicia de pavimento y productos de baño Pazos TAU; y la también especializada en la venta de productos cerámicos Azulejos San José, radicada en Zaragoza, "que funcionan bien", apunta Gámbaro. Asimismo, posee participaciones en explotaciones mineras junto a Torrecid y Aparici, además de algunos activos inmobiliarios, principalmente las naves de TAU Cerámica en las que la marca dejó de producir y están sin actividad desde hace años.

Con ello la histórica firma afronta una ansiada viabilidad que no lograrán Levitile ni tampoco Model Cuin, la firma de muebles de cocina filial de Taulell, que también entró en concurso de acreedores, voluntario, en los últimos días de 2017. En el caso de la compañía de rectificado, dependiente en el pasado prácticamente en su totalidad de TAU, la venta a Pamesa la dejó sin actividad, lo que hace imposible su recuperación. Tampoco la firma de muebles de cocina tiene mimbres para superar el concurso, reconoce su administrador. 

En el caso de Levitile, cuenta con sus naves y la maquinaria entre sus activos, para los que Gámbaro está tratando de encontrar comprador como unidad productiva, lo que aumentaría el ingreso, pero esta es una posibilidad complicada, según reconocen desde el sector, al estar la maquinaria desfasada.