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el ayuntamiento retoma su expropiación a partir de junio

Benicàssim, más cerca de ser propietaria del recinto de festivales

29/05/2020 - 

CASTELLÓ. Aunque la mayoría de festivales de música han suspendido su edición de este año, no hay tiempo que perder de cara a las próximas temporadas. Es por eso que el Ayuntamiento de Benicàssim retomará a partir del próximo 1 de junio las citaciones previstas para proceder a la expropiación del recinto de festivales, ubicado en la N-340, y donde anualmente se celebran el SanSan, el FIB, el Rototom Sunsplash y el Benicàssim Electronic Festival. Todas citas que han quedado este año canceladas, a excepción del festival de reggae, que todavía no ha hecho publica ninguna decisión. 

La administración tenía previsto efectuar los pagos, de cerca de tres millones de euros, a los casi 30 propietarios de dichas parcelas a finales de marzo, pero tras decretarse el estado de alarma se canceló el acta de pago y ocupación de las mismas. Ahora, con la desescalada en marcha, los trámites se retomarán el próximo lunes, según ha confirmado la concejala de Turismo, Cristina Fernández, a este diario. Eso sí, debido a la todavía existente crisis sanitaria, aseguran que los procedimientos se relentizarán más de lo pensado. "No sabemos cuándo será finalmente el recinto propiedad del Ayuntamiento, pero en estas andamos", ha explicado la edil.  

Dos años lleva exactamente la corporación municipal metida en trámites para proceder a la compra definitiva de la zona de conciertos. Fue en 2018 cuando se iniciaron las primeras reuniones con sus propietarios para poner fin a 20 años de alquileres y conflictos entre estos y las promotoras. Y es que según alertaban cada años los directores de los macrofestivales, el precio de las parcelas variaban de temporada en temporada llegando incluso a alcanzar "el caché de cualquier cabeza de cartel". Esto, como consecuencia, imposibilitaba que los festivales estimaran una partida fija destinada a la instalación de las infraestructuras y, además, dejaba cada año en el aire su celebración en la localidad.  "Obtener un recinto seguro es lo más importante, si eso fuera posible en otro pueblo, contemplaríamos la opción de marcharnos", aseguraba Filippo Giunta, director del Rototom, hace dos años a Cultur Plazatras explicar que "no contar con un terreno propio en el que trabajar" les hacía encontrar cada año "desperfectos en la zona".  

El Ayuntamiento ve "difícil" que las salas y discotecas trasladen aquí su actividad

Es cuestión de tiempo que el Ayuntamiento acabe con esta problemática. Sin embargo, no es la única preocupación que hay ahora mismo en la ciudad. A principios de mayo distintas salas y discotecas de Benicàssim se reunieron para plantearle al consistorio la posibilidad de ocupar el terreno de festivales, que difícilmente podrá acoger este año cualquier macrocita, e instalar en su lugar una carpa abierta donde trasladar parte su programación veraniega. De esta forma, se ocuparía un hueco que iba a quedar vacío con nuevas actividades destinadas a un público mucho menor. Sus razones -exponían a este periódico- eran bastantes sencillas: básicamente abrir el interior de locales no les resulta "rentable". Por un lado, porque el público todavía puede sentirse incómodo estando en un establecimiento que no quede al aire libre, y por otro, porque esta reducción de aforo iba a disparar sus precios de entrada. Ante esto, las salas proponen crear una carpa, que vaya de los 8 hasta los 10.000 metros cuadrados, y donde no se reunan más de cinco mil personas. Una solución que, además, ayudaría a "descongestionar" el centro de la ciudad.

Ahora bien, esto no podrá ser posible, al menos de momento. Preguntada por la iniciativa, Fernández ha apuntado que, aunque valoran la propuesta, va a ser "díficil" que este año se pueda poner en marcha no solo esta, sino cualquier otra actividad cultural, dado que la superficie todavía no ha sido adquirida por el ayuntamiento. A esto se le suma la incertidumbre y la indefinición sobre si, finalmente, podrán celebrarse o no la totalidad de festivales previstos. Igualmente, la agenda quedará marcada por el ritmo al que viva la ciudad castellonense la desescalada. 

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