CASTELLÓ. La primera nota que sonó en el Auditori de Castelló fue la 'Novena sinfonía' de Beethoven. La interpretó la Orquesta de València junto al Cor de la Generalitat y bajo la batuta de Manuel Galduf sirvió para inaugurar el centro cultural en abril de 2004. Sin embargo, a lo largo de los años la presencia de la agrupación valenciana se ha visto reflejada en escasos directos. En efecto, no fue hasta 2017 que las colaboraciones entre ambos se retomaron con la interpretación de Les Hores de Matilde Salvador. "Sabemos que no es fácil sacar la Orquesta fuera de València, porque tiene muchos abonados en la ciudad y, por lo tanto, conciertos. Pero hemos querido hacer de una desgracia, una virtud. Y aquí estamos", señalaba el director del Institut Valencià de Cultura (IVC), Abel guarinos, la pasada tarde en una rueda de prensa en Castelló.
Sus palabras se referían al estado del Palau de la Música, hogar de la Orquesta de València. Y es que el auditorio valenciano tuvo que cerrar sus puertas en junio del año pasado por el desprendimiento de parte de su techo. Un infortunio que, por contra, les ha valido para moverse, de forma más holgada, por el resto de la Comunitat. Sin ir más lejos, su presencia en la provincia se materializará por lo pronto con tres conciertos. El primero, este 10 de enero, supone el estreno absoluto de la versión sinfónica que José Serrano hizo de El Miserere de la Montaña de Bécquer hace 126 años. Por motivos que todavía hoy se desconocen su composición nunca se llegó a interpretar, pese a estar el concierto anunciado. Será ahora en Castelló cuando la Orquesta de València la pondrá por primera vez en el escenario, gracias a la investigación que el musicólogo Ramón Ahulló ha hecho por recuperarla, con la colaboración además del Palau, el IVC y con la dirección del director valenciano Cristóbal Soler.
"Nuestro objetivo a partir de ahora será potenciar las salidas de la Orquesta de València, tanto dentro de la Comunitat como fuera. Luxemburgo hizo una gira por toda Hisponoamérica que se nos ofreció a nosotros antes pero no pudimos decir que sí por las condiciones que está agrupación tenía", asegura el director del Palau de la Música, Vicent Ros, quien explica que hasta la fecha existía un acuerdo con los músicos de no sobrepasar los 42 conciertos anuales. No obstante, el pasado mes de diciembre se puso fin a este bloqueo en una reunión con el Comité de Empresa del organismo, donde se pactó pagar con 2.700 euros brutos anuales a los profesionales de la OV por actuaciones adicionales a las programadas. Por su parte, estos se comprometieron a aceptar cualquier salida, sin límite de días ni de cantidad, así como la grabación de sus actuaciones, por una cuestión de propiedad intelectual.
La Agrupación Filarmónica de Castelló se ha mostrado receptiva a esta nueva condición de la orquesta valenciana y ya ha trasladado al mismo director del Palau de la Música su deseo de establecer colaboraciones futuras, en especial, con motivo del 100 aniversario de la entidad castellonense. Una petición que Ros ha agradecido, pero que tendrá que estudiar más adelante. Por lo pronto, la primera visita del conjunto llegará este viernes, a las 19:30 horas, con El Miserere de la Montaña. Ramón Ahulló empezó a interesarse por la misma pieza hace diez años cuando hacía una tesis doctoral sobre el maestro valenciano, de quien ha destacado su "predilección por los autores románticos". Y una vez halló el manuscrito inspirado en la leyenda 18 de Bécquer, quiso "llevarla al atril".
Primero animó a sus nietos a depositar los manuscritos en un lugar protegido donde no pudieran extraviarse. En 2017 estos deciden guardarlos en el Centro de Documentación de la SGAE y Ahulló contactó con la directora del organismo para poder visitarlos. Es entonces cuando el musicólogo encuentra El Miserere de la Montaña inacabado y decide completar la obra con compases del propio Serrado. Este hecho, totalmente histórico, quedará posiblemente registrado en un futuro disco de "composiciones valencianas inéditas", como han dejado entrever tanto el director de la orquesta Cristóbal Soler como Vicent Ros. Con todo ello, el estreno irá acompañado del Concierto para contrabajo y orquesta nº2 en si menor de Giovanni Bottesini, que será interpretado por el solista de la propia OV, Francisco Catalá y cerrará la velada la Sinfonía nº3 en mi bemol mayor 'Renana', op. 97 de Robert Schumann.
Igualmente, la visita de la OV seguirá el viernes 14 de febrero con la Obertura nº 1, op. 23 de Louise Farrenc, el Concierto para violín y orquesta nº 2 en sol menor, op. 63 de Serguéi Prokófiev, que será interpretado por el concertista Vadim Repin, y la famosa Sinfonía nº 6 en fa mayor, op. 68 'Pastoral' de Ludwig van Beethoven. Y concluirá el 24 de abril con un programa dedicado íntegramente a Beethoven. En la primera parte se podrá escuchar el Concierto para oboe y orquesta en fa mayor WoO Hess 12, en una reconstrucción de Cees Nieuwenhuizen op. 59 (UM 0019) y que será tocado por el también solista de oboe de la Orquesta Vicente Llimerá, así como la Romanza en fa mayor para oboe y orquesta op. 50, en una transcripción del mismo Vicente Llimerá, a partir de la versión original para violín. Todos bajo la batuta de Ramón Tebar.