CASTELLÓ. Las diferentes investigaciones para hacer frente a la pandemia mundial del Covid-19 no cesan. Expertos científicos y profesionales continúan poniendo todo su empeño en la creación y mejora de material sanitario que ayude a paliar la epidemia. Y un ejemplo de ello lo tenemos cerca, más concretamente en Vila-real, donde un médico y un ingeniero físico e industrial están inmersos en un proyecto internacional que ha creado un prototipo de respirador low cost al alcance de todo el mundo.
El doctor Manuel Pons pasó a formar parte de este proyecto a través del también vila-realense y coordinador técnico del mismo, el doctor Vicente Pesudo. Ambos son integrantes del consorcio Mechanical Ventilator Milano (MVM) que, ante la falta generalizada de ventiladores en las UCI y de manera altruista, han puesto en marcha un innovador ventilador cuyo coste ronda los 1.000 euros, frente a los 20.000 o 30.000 que suelen costar habitualmente este tipo de respiradores. Pese a que el prototipo se encuentra todavía en fase preclínica del ensayo, algunos hospitales como el Hospital Universitario General de Alicante o el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz de Madrid introducirán el respirador como ensayo clínico en sus respectivas Unidades de Cuidados Intensivos.
Además, el MVM ha nacido con espíritu de colaboración y transparencia, y se ha creado en un marco de innovación bajo licencia abierta de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN). De esta manera, los profesionales buscan fomentar la colaboración en el diseño y en los ensayos, lo que también minimiza el tiempo que se necesita para conseguir que este tipo de ventilador se fabrique y se distribuya en los países que lo necesiten. Asimismo, el consorcio se ha encargado de que ningún componente del grupo registre patentes para el MVM y no se concedan licencias exclusivas, y se irán publicando informes de dominio público sobre los progresos del proyecto de manera regular.
Se trata de un proyecto internacional que nació en Italia impulsado por un colectivo de físicos, que inicialmente se dedicaba a la búsqueda de materia oscura, y que ahora ha pasado a transformarse un consorcio de laboratorios y universidades de España, Italia, Francia, Canadá y Estados Unidos, formado por más de 150 científicos e ingenieros liderados por Cristiano Galbiati -investigador principal de la Global Argon Dark Matter Collaboration- y por Art McDonald -Premio Nobel de Física 2015.
Tal y como explica el doctor Pons a Castellón Plaza, su implicación en el proyecto se originó a través del Dr. Vicente Pesudo. "Él es ingeniero físico e industrial y científico del Centro de Investigaciones Energéticas Medioambientales y Tencológicas (Ciemat), que también está inmerso en el MVM, y me pidió ayuda para que aportara al proyecto mis conocimientos médicos, pero somos alrededor de una veintena los españoles que formamos parte del proyecto", explica el médico de Vila-real.
Y es que el consorcio español incluye el Ciemat, el Laboratorio Subterráneo de Canfranc, el Centro de Astropartículas y Física de Altas Energías (CAPA, Universidad de Zaragoza), la Universidad Politécnica de Madrid, el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón, la Fundación Aragón para la Investigación y el Desarrollo (ARAID), la Universidad Católica de València, así como médicos de Eliance Helicopters, del Servicio de UCI del Hospital General San Jorge (Huesca), del Servicio de Neumología de la Fundación Jiménez Díaz (Madrid) y del Hospital Universitario de Alicante.
Tras recibir el prototipo por parte de Italia, que la semana pasada envió un ejemplar a cada uno de los países implicados en el proyecto, el grupo de profesionales españoles se ha puesto manos a la obra para realizar las pruebas pertinentes y elaborar un segundo prototipo con mejoras respecto al primero.
El Dr. Pons explica que en estos momentos, el consorcio español se encuentra 'tanteando el terreno' en busca de una empresa con capacidad de producción en serie y, de esta manera, alcanzar el objetivo principal del proyecto: producir un primer lote de 1.000 respiradores en los países implicados. "Los gobiernos de Francia e Italia se han comprometido con las empresas que los van a fabricar allí a comprar 10.000 unidades del ventilador. Entiendo que la empresa que decida producirlos aquí en España podrá contar con la colaboración del Gobierno en este sentido", detalla Manuel Pons.
El grupo de profesionales ha estado realizando pruebas en la Universidad Católica de València, en la que cuentan con un pulmón artificial que, tal y como lo describe el doctor Pons, es de los mejores del mundo. "Todas las pruebas que hemos hecho han dado resultados muy positivos, el respirador funciona de maravilla, yo lo utilizaría incluso en algún familiar si se diera el caso", confiesa el médico vila-realense, que además destaca el buen trabajo de los físicos que forman parte del proyecto. "Hace apenas un mes yo estaba explicándoles lo que es la respiración mecánica de un paciente, y en 30 días han fabricado un respirador", apunta.
Y es que el Mechanical Ventilator Milano rompe con el patrón de ventiladores que se encuentran hoy en día en el mercado y que suelen ser máquinas caras con diseños propietarios y controles complejos. Este innovador proyecto ha sido desarrollado para que se pueda replicar a gran escala de manera segura y simple, y permitirá aumentar la disponibilidad de ventiladores mecánicos que tanta falta hacen hoy en día, sobre todo en países más desfavorecidos.