VILA-REAL. La tramitación de la modificación del Plan General de Ordenación Urbana que el Ayuntamiento de Vila-real impulsó con el fin de obtener los terrenos para el cuarto instituto, siguiendo el procedimiento urbanístico que marca la legislación, se ha visto ralentizada por la presentación de alegaciones particulares que el consistorio deberá ahora estudiar y resolver. El Pleno municipal dio luz verde por unanimidad el pasado mes de marzo al inicio de los trámites para el cambio de calificación de los terrenos, una superficie de 15.000 metros cuadrados, situada entre las calles Atrevits, Notari Magín y Puig Campana, en la zona noroeste de la ciudad.
Para poder destinar esta pastilla urbana a la construcción del nuevo centro educativo es necesario modificar la calificación de zona verde (sistema local) a equipamiento educativo (sistema general), un proceso en el que el departamento de Territorio ha trabajado durante los últimos meses y que ha contado con la preceptiva exposición a información pública. Asimismo, se han dado los correspondientes pasos administrativos para compensar la zona verde que ahora desaparecerá del planeamiento urbanístico municipal, con una nueva en otro punto muy cercano, una pastilla de suelo colindante al cauce del Millars, donde en el futuro se desarrollará este espacio ajardinado.
“Desde el Ayuntamiento hemos sido escrupulosos en el cumplimiento de la normativa y la legalidad en este proceso, cumpliendo los pasos que contempla la legislación urbanística para la modificación del Plan General de Ordenación Urbana”, recalca el concejal de Territorio, Emilio M. Obiol, quien recuerda que el consistorio cuenta ya incluso con una partida de 600.000 euros reservada en el presupuesto municipal para el pago de las expropiaciones del terreno.
En ese proceso, durante el período de exposición pública “los propietarios afectados han ejercido su derecho de alegación al estimar que el cambio de sistema local a equipamiento general podría suponer una pérdida de aprovechamiento urbanístico”. Obiol ha incidido en que la decisión de los particulares de objetar la modificación del PGOU “ralentiza la tramitación, puesto que ahora es necesario estudiar estas alegaciones y proceder a su resolución”.
“Sabemos que el cuarto instituto es una infraestructura necesaria y demandada en Vila-real y este equipo de gobierno ha cumplido con su obligación de buscar el emplazamiento más adecuado y realizar todas las gestiones para obtener el suelo, pero el cumplimiento estricto de la legalidad, como no puede ser de otra forma, hace que no se pueda avanzar con la celeridad con la que nos gustaría”, indica el responsable municipal.