VALÈNCIA. El fuego que estos días ha hecho arder miles de hectáreas en la provincia de Castellón ya figura entre los más devastadores de la Comunitat desde hace más de medio siglo. A falta de conocer todavía hasta dónde se extenderán las llamas de Bejís, que amenazan incluso con adentrarse en el parque natural de la Sierra Calderona, el incendio ya se ha abierto paso con fuerza entre la docena de fuegos que han calcinado al menos 10.000 hectáreas de suelo valenciano desde 1968.
Así lo demuestran los datos de la Conselleria de Agricultura consultados por Castellón Plaza, que recogen casi 22.000 incendios registrados a lo largo de más de cinco décadas. De entre todos ellos, en este siglo solo pueden encontrarse precedentes de mayor virulencia en Cortes de Pallás y Andilla, donde se originaron los fuegos que en 2012 acabarían, respectivamente, con 28.879 y 20.065 hectáreas. El primero de estos dos desastres naturales es de hecho, aún hoy, el peor de la serie en términos de superficie quemada.
El incendio de Bejís preocupa especialmente porque ha calcinado al menos 19.000 hectáreas según el último vuelo de reconocimiento llevado a cabo en la mañana de este viernes. Aun así, los datos son todavía "aproximados" porque el fuego no ha podido ser perimetrado por completo. Así pues, por ahora este fuego sería el sexto más devastador en la Comunitat Valenciana desde que existen registros.
Pese a la lluvia caída durante la noche del miércoles, los vientos cambiantes avivaron el fuego en el flanco sur y lo expandieron a lo largo del jueves hacia las localidades valencianas de Alcublas y Andilla, que fueron confinadas ante su avance. “Es un incendio muy complejo por la potencialidad y las dificultades orográficas”, aseguraba anoche la consellera de Justicia e Interior, Gabriela Bravo, tras la última reunión del Cecopi.
Según expuso Bravo, el incendio de Bejís contaba ya con un extenso perímetro de 120 kilómetros que hizo imposible realizar un cálculo aproximado de las hectáreas totales quemadas, que podrían superar incluso en varios miles más a la última cifra aportada en la mañana del jueves. En este sentido, la consellera alertó de la presencia de “frentes agresivos” en áreas que no se vieron tan afectadas por las lluvias y aseguró que el fuego había llegado a penetrar en el entorno del santuario de la Cueva Santa de Altura, aunque se desconoce si el recinto ha sido afectado.
En cualquier caso, en la mañana de este viernes han incorporado a las labores de extinción más medios aéreos, mientras que los terrestres han seguido con estos trabajos durante la noche. “Todo el frente sureste sigue evolucionando con fuerza a pesar de los esfuerzos”, remarcó Bravo, quien insistió en la “prudencia” ante el peor incendio registrado en la provincia de Castellón desde el que calcinó, en 1994, más de 19.300 hectáreas en Espadilla.
Por su parte, las últimas estimaciones para el fuego de la Vall d’Ebo arrojaban en la maána de este viernes cerca de 12.150 hectáreas quemadas, unos datos que según el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat serán “muy parecidos a los finales”. Además, en torno a las 10 de la mañana de este viernes el fuego se dio por controlado, según ha indicado el Consorcio de Bomberos de Alicante. Así pues, y tras figurar de momento como el decimoprimer mayor incendio acontecido en territorio valenciano desde 1968 y el peor para la provincia de Alicante, este viernes quedará por fin como el día de la estabilización de todos los focos.
Mientras, los vecinos que habían sido desalojados han podido retornar desde este jueves a sus casas con una mezcla de alegría por un regreso ansiado y de desolación ante los parajes engullidos por las llamas. La Policía de la Generalitat, en este sentido, ha realizado tareas de vigilancia en las poblaciones afectadas e inspecciones para acompañar a los habitantes de la Vall de la Gallinera en una vuelta que, como ya habían anunciado fuentes de la Generalitat Valenciana en la noche del miércoles, se inició de forma paulatina.
Por otro lado, y en términos de superficie arrasada según la estadística histórica de la Conselleria de Agricultura, entre el incendio de Cortes de Pallás y el de Andilla existen otros dos que quemaron también más de 20.000 hectáreas. Ambos se produjeron en 1994, en los términos municipales de Millares (la Canal de Navarrés) por la caída de rayo y de Requena (La Plana de Utiel-Requena) tras una negligencia por una colilla. Estos fuegos calcinaron, respectivamente 25.430 y 24.064 hectáreas.
Por debajo de las 20.000 hectáreas quemadas, destacan también el incendio que hizo arder en Tous (la Ribera Alta) 18.886 hectáreas en 1985 y el que acabó en Yátova (La Hoya de Buñol) con 15.400 hectáreas en 1991. Además, en 1978, un fuego originado también en la Ribera Alta calcinó más de 13.100 hectáreas en los montes de Tous, Catadau, Montroi, Llombai, Dos Aguas y Carlet.