CASTELLÓ. El Acord de Fadrell está decidido a regularizar el mayor número de viviendas en la Marjaleria en el menor tiempo posible. A raíz de la entrada en vigor del Plan General, el Ayuntamiento de Castelló constata un alud de consultas de los propietarios para legalizar sus construcciones a través de las dos herramientas que contempla el planeamiento urbanístico: el Plan de Reforma Interior (PRI), en terreno urbano, y el Plan Especial de Minimización de Impactos (Pemit), en suelo no urbanizable (antiguamente rústico).
El área de la Marjal abarca una extensión de 14 kilómetros cuadrados y cuenta con alrededor de 5.000 edificaciones, de las que 2.363 son inmuebles de una sola o dos plantas, según la Declaración de Impacto Ambiental (DATE) de la Conselleria de Política Territorial. La inmensa mayoría de las casas, con independencia de su uso (primera o segunda residencia), se encuentran en el limbo legal. Una situación que cambia con el nuevo marco urbano.
La posibilidad de reglamentar las viviendas deriva en un inusitado interés de los vecinos, según asegura el portavoz del gobierno y concejal de Urbanismo, José Luis López. De hecho, afirma que el consistorio no solo trabaja en desarrollar la partida Patos Gumbau. "Estamos mirando seis PRI más", explica para añadir que las demarcaciones se localizan "en la Molinera, el entorno del Camí Serradal o en la zona norte".
Los Planes de Reforma Interior implican habilitar servicios básicos inexistentes en la actualidad, como alumbrado y alcantarillado público, calles asfaltadas o mejora del drenaje. La implantación de dichos servicios básicos, a su vez, garantizan la cédula de habitabilidad y el certificado de primera ocupación para los propietarios. Ambos documentos acreditan la legitimidad de las edificaciones, permitiendo incluso realizar nuevas construcciones en el futuro en aquellos terrenos situados en suelo urbano.
El primer PRI que pretende impeler el Fadrell, en la partida Patos Gumbau, ocupa una superficie de 74.600 metros cuadrados en una franja delimitada por la avenida del Mar y Hermanos Bou. En total, afecta a 87 parcelas en las que se contabilizan 77 masets y villas. Los técnicos están en la fase de elaboración del proyecto tras las aportaciones y sugerencias realizadas por los propietarios durante la consulta pública.
Al mismo tiempo que se trabaja en esta amplio sector, López asegura que hay algunos programas de minimización susceptibles de recibir a corto plazo las correspondientes autorizaciones. "Varios vecinos están interesados y su tramitación es bastante rápida si nos presentan el proyecto", advierte el concejal de Urbanismo, quien insiste en lo imperativo de estar bien informado para evitar confusiones. "Tenemos una oficina en la Marjaleria y al Ayuntamiento puede venir cualquier afectado a preguntar. Estoy incluso dispuesto a ir vecino por vecino para dar información real, porque no se está dando".
En este sentido, el portavoz del equipo de gobierno señala directamente a la AAVV de la Marjaleria. "Si fuéramos a las reuniones a escuchar y no a reventar, se informarían mejor. Siempre que se cumpla con la normativa y las construcciones sean anteriores al 20 de agosto de 2014, no debe haber problemas para regularizar las viviendas", concluye.
El equipo de gobierno descarta recurrir y su portavoz, Vicent Sales, señala sobre el cambio que "el que lo hizo, lo hizo a conciencia". El Ayuntamiento está pagando para expropiar 80 euros/m2 por suelo urbano y 11 euros/m2 por el rústico.