Castelló plantea que convivan comercios de alimentación y bares en el Mercat de San Antoni

CASTELLÓ. El Mercat de Sant Antoni de Castelló tiene visos de convertirse en un nuevo espacio gastronómico que contribuya a dinamizar el barrio. Al menos, esa es la pretensión del equipo de gobierno del PP tras haber incluido una cláusula en el pliego de concesión administrativa que faculta al Ayuntamiento a licitar como bares aquellas paradas cuyas explotación quede desierta.

Según explica el portavoz del ejecutivo municipal, Vicent Sales, se trata de repetir el modelo del Mercat Central, donde los comercios de alimentación conviven con una zona de restauración. Una fórmula consolidada desde hace años y que mejora las prestaciones comerciales del edificio. Además, en otras ciudades como Madrid, Sevilla, Málaga o Valencia sirve de reclamo para turistas.

Un canon anual de 1.083,60 euros

La posibilidad de reorientar la actividad de los negocios surge ante la finalización de la actual concesión administrativa de ocupación. La redacción de un nuevo contrato ha permitido introducir ese novedoso artículo. Las bases también establecen un canon anual al alza por punto de venta de 1.083,60 euros. El plazo máximo de explotación se sitúa en 10 años.

El Mercat de Sant Antoni se encuentra en la plaza del Maestrat y ocupa una superficie de 375 metros cuadrados. Construido hace más de 60 años, cuenta con algo menos de una docena de puestos, aunque no todos ofrecen servicio por falta de rentabilidad. Dicho de otra manera, varias paradas tienen la persiana bajada desde hace tiempo.

Ahora, el Ayuntamiento para garantizar la viabilidad de todos los puestos plantea la alternativa de abrir negocios de restauración. El número exacto no se conocerá hasta que finalice el concurso público de explotación. Este jueves la Junta de Gobierno Local aprobó el procedimiento para resolver las distintas adjudicaciones cuanto antes.

Modernización de los mercados emblemáticos

En paralelo al nuevo contrato, el ejecutivo local pretende modernizar y mejorar tanto el Mercat de San Antoni como el Mercat Central. En este sentido, en la precampaña, la alcaldesa, Begoña Carrasco, se comprometió a acometer una reforma integral del inmueble de la plaza Mayor para transformarlo en un referente gastronómico y turístico. Sir ir más lejos, presentó un ambicioso proyecto, consensuado además con la presidenta de la Asociación de Vendedores, Sonia Castillo, y el gerente del recinto, José Luis Hernández.

"Somos conscientes de que el centro se muere. Una de nuestras prioridades es devolverle la capitalidad a Castelló. Y entre otras medidas, eso pasa por hacer que nuestra ciudad sea un punto de atracción, de servicios, con oferta diversificada durante todo el año. Es necesaria una transformación y el Mercat Central juega aquí un papel relevante", sostuvo para reivindicar una mayor apuesta por el comercio local.