CASTELLÓ. El Acord de Fadrell (PSPV, Compromís y Podem-EU) y la oposición en el Ayuntamiento de Castelló (PP, Cs y Vox) acaban la legislatura como la iniciaron, esto es, divididos y con posiciones enfrentadas en temas como el Plan General, el Patronato de Fiestas y la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). El último pleno ordinario de enjundia (el 31 de mayo se celebrará la sesión de despedida pero sin contenido) resultó más de lo mismo, con rifirrafes y reproches entre los concejales de ambas bancadas.
Los cinco debates para aprobar, por un lado, tres planes estratégicos (juventud, Ciudad Educadora y comercio justo) y, por otro, iniciar la solicitud de la declaración ambiental de la urbanización de Patos Gumbau, así como tratar la dación sobre los reparos de Intervención en materia de gastos, se ciñeron al guion esperado. No hubo sorpresas respecto a la escenificación.
El Partido Popular, Ciudadanos y la formación de extremaderecha reincidieron en su táctica de acusar al equipo de gobierno de aplicar el "rodillo" e impeler políticas "ideológicas y partidistas". Asimismo, advirtieron que algunas de las medidas impulsadas tienen un tinte "electoralista", además de suponer "un brindis al sol" al cuestionar su eficacia y efectividad en el futuro.
Siguiendo la tónica del mandato, en las discusiones salieron a relucir temas polémicos como las videocámaras del centro, la Marjaleria, la Policía Local, los Reconocimientos Extrajudiciales de Crédito (RECs) y la reforma de la avenida Lidón. En el fuego cruzado, el PP aprovechó para hacer un mitin de campaña al detallar su programa en materias como juventud, comercio y fiscalidad. Los ediles populares Sergio Toledo y María España utilizaron sus turnos de palabra para explicar las acciones que pretende llevar a cabo su partido si, tras el 28M, recupera la alcaldía que perdió en 2015.
Ante el despliegue argumentario, el ejecutivo local replicó ensalzando la gestión de estos años, al mismo tiempo que recordó algunas situaciones insólitas durante la última etapa del PP al frente del consistorio. Respecto a los logros, el concejal de Urbanismo, el socialista José Luis López, destacó el hito de promover el primer Plan de Reforma Interior (PRI) en la Marjaleria gracias al Plan General (solo se abstuvo el PP en la votación), lo que permitirá regularizar 77 viviendas. En la misma línea, puso el acento sobre la unidad de ejecución Soler y Godes, pendiente desde 2002 y que el Ayuntamiento reactivará como agente urbanizador con el objetivo de dinamizar uno de los sectores más degradados.
La puesta en escena de los partidos políticos se repitió en el apartado de ruegos y preguntas. Populares y naranjas insistieron en algunos de sus temas estrella con el propósito de desgastar al Fadrell. Una vez más se habló de la banda municipal de música, de los impagos del Patronato de Fiestas y de la supermanzana peatonal.
La portavoz del principal partido de la oposición, Begoña Carrasco, interpeló a la alcaldesa, Amparo Marco, respecto a una posible paralización de la ZBE. "Alguien del equipo de gobierno se lo ha comentado a las asociaciones de comerciantes", afirmó. La primera munícipe aseguro que "usted miente a la ciudadanía" y subrayó que el proyecto sigue adelante, porque "los trámites y los tiempos están marcados por ley", en alusión a los fondos europeos.
El espacio comercial más emblemático de Castelló sopla las velas de sus tres cuartos de siglo desde aquel 21 de diciembre de 1949 en que fue bendecido por el arcipreste Balaguer. Ahora afronta su más importante remodelación, que desde enero de 2026 obligará a un traslado temporal de sus puestos a una carpa en la plaza Santa Clara