El presidente de la Diputación, José Martí, durante una de sus intervenciones en el pleno.CASTELLÓ. El incendio de Villanueva de Viver y las competencias impropias agravan la ruptura entre el bipartido (PSPV y Compromís) y la oposición (Partido Popular y Ciudadanos) en la Diputación de Castellón. Las mociones del PP sobre las ayudas a los municipios y la seguridad y la A-7 provocan el enésimo enfrentamiento entre los bloques de la izquierda y la derecha.
Los reproches y los cruces dialécticos enturbiaron este martes un pleno, el ordinario de abril, en el que los partidos políticos se adentraron un poco más en la precampaña electoral. La unanimidad mostrada en el primer tercio de la sesión para aprobar una declaración institucional en defensa de los pueblos afectados por el incendio del Alto Mijares se quedó en una anécdota cuando llegó el primer debate. En concreto, para justificar el voto sobre una modificación de crédito, que salió adelante con el apoyo de tres de los cuatro grupos (el PP rechazó el punto).
Antes de entrar en el despacho extraordinario para abordar las citadas mociones, el portavoz popular Salvador Aguilella anticipó la puesta en escena de su partido hasta el final del pleno. El diputado aprovechó su intervención para atacar al equipo de gobierno, lo que provocó la correspondiente respuesta de su homólogo del PSPV, Santi Pérez. A partir de ese momento, el tono de las intervenciones aumentó, con la participación de los representantes de las demás fuerzas.
Las iniciativas para instar al Gobierno a mejorar la seguridad en la provincia y a culminar la A-7 (o CV-10) derivaron en farragosas discusiones. Términos como "manipulación", "valentía", "promesas incumplidas", "engaño", "alarmante", "partidista" o "soberbia" se repitieron durante las porfías. Al intercambio de golpes entre Aguilella y Pérez se sumaron Cristina Fernández (Cs), Ignasi Garcia (Compromís) y María Ángeles Pallarés (PP).
El punto álgido del pleno se produjo con motivo de la moción sobre el incendio de Villanueva de Viver. El PP argumentó la necesidad de respaldar su propuesta "para que de una vez por todas se cumplan los acuerdos alcanzados hace siete meses y que lleguen las ayudas a los afectados de les Useres y Bejís. No entendemos las líneas rojas ni la doble vara de medir del PSOE, que rechaza cumplir los acuerdos pendientes para los afectados por los incendios del pasado verano pero que vuelve a traer a pleno una declaración institucional sin haber cumplido los acuerdos que se aprobaron por una unanimidad el pasado mes de septiembre", afirmó Aguilella en alusión a la negativa del bipartito a votar a favor de las medidas populares.
Garcia calificó el debate de "espectáculo lamentable" y defendió el papel de la administración pública [Diputación] para canalizar las ayudas. "Su cabezonería e incoherencia dificultan llegar a un acuerdo. Lo que plantean no es ágil, ni adecuado, ni correcto". La naranja Fernández lamentó la falta de entendimiento entre los dos principales partidos de la corporación e incidió en la necesidad de reforzar la prevención.
Por su parte, Pérez reprendió al Partido Popular "por traer aquí una moción, después de aprobar la declaración institucional, que sola busca desgastar al gobierno y romper la unidad en esta tema. El portavoz socialista, ante la insistencia popular, recordó la gestión de los presidentes Carlos Fabra y Javier Moliner, ambos del PP, a propósito de los grandes incendios en l'Alcalatén y en el Alto Palancia.
"Se les debería caer la cara de vergüenza", aseveró el socialista. "No es que los pueblos recibieran ayudas, es que se perdieron 3 millones de euros, que hubo que devolver más intereses", refiriéndose al primer caso. En cuanto al segundo, señaló que la Diputación tardó dos años en aprobar los convenios, ya que se firmaron en 2014 cuando el fuego se había producido en 2012.
Los enfrentamientos entre el equipo de gobierno y la oposición se sucedieron en el apartado de ruegos y preguntas. Los temas impropios siguieron generando polémica. Por ejemplo, la ley de sí es sí, reformada hace unos días, que sacó a colación la presidenta del PPCS, Marta Barrachina.
