El nuevo jardín del parque Ribalta va tomando forma: dos parterres reemplazan a la cruz

CASTELLÓ. El nuevo jardín del Ribalta, en sustitución de la Cruz de los Caídos, va tomando forma. Los dos parterres contemplados en el proyecto están completamente finalizados y la empresa adjudicataria, Vainsa Infraestructuras, trabaja ahora en rellenarlos con la jardinería. Se trata de la última fase antes de proceder a la colocación del mobiliario. con bancos de piedra y chapado de cerámica similares a los que hay en los alrededores del Obelisco.

De acuerdo con el ritmo de las operaciones, todo apunta a que la previsión de entregar la obra civil al Ayuntamiento de Castelló antes del inicio de las fiestas de la Magdalena se cumplirá sin problemas. Al menos, si no surgen imprevistos en estos días, lo que no se prevé, toda vez que las actuaciones más complejas (eliminación de la plataforma, por ejemplo) ya se han realizado conforme al cronograma de ejecución establecido en el contrato.

Ningún resto de la existencia de la cruz

En la zona del parque no existe ningún vestigio que indique que hasta el pasado 4 de enero existió el controvertido monumento, retirado y trasladado por el Acord de Fadrell a un nuevo emplazamiento, en aplicación de la ley de Memoria Histórica. Todos los elementos que configuraban la estructura han desaparecido, desde el soporte de hormigón, pasando por el muro, hasta las escalinatas y bordillos.

La restitución del jardín original de 1926 implica recuperar especies de las que se tiene constancia y que desaparecieron con el paso del tiempo, especialmente a partir de 1944. Ese año, se levantó la cruz en honor a los Caídos por Dios y por España. En la transición, en 1979, se resignificó el lábaro para recordar a las víctimas de la violencia, aunque siguió siendo un punto de encuentro de exaltación del franquismo, según los distintos informes del comité de expertos de la Conselleria de Calidad Democrática.

Características del espacio ajardinado

El proyecto del jardín incluye la implantación de un seto con ejemplares de pitósporos (Pittosporum tobira). En la zona liberada, con más luz, se conciben árboles adaptados al clima mediterráneo, como cedros (Cedrus deodara), cedros japoneses (Cryptomeria japonica) o pinos canarios (Pinus canariensis).

El interior de los macizos se poblarán con diversas arbustivas, como laureles cerezo (Prunus laurocerasus), tejos comunes (Taxus baccata) o geranios de California (Senecio petasitis). Estas especies se completarán con variedades de porte bajo o tapizantes (helechos o hiedras), contribuyendo a mejorar el crecimiento de las plantas.

Todas estas actuaciones tendrán que culminarse durante la próxima semana, con ese límite del viernes 10 de marzo, si el objetivo es que el nuevo espacio ajardinado luzca durante las fiestas de la Magdalena. La recepción de las obras pondrá fin a un polémico proceso que arrancó en 2017, cuando el denominado Pacte del Grau (PSPV, Compromís y Castelló en Movimient) se propuso aplicar la ley para eliminar lo que consideró un símbolo de la represión. A partir de ese momento, se inició una larga tramitación administrativa, en la que no faltaron recursos Contencioso-administrativos y querellas, y que encaró su recta final con la adjudicación definitiva en noviembre de 2022.