CASTELLÓ. El tiempo empieza a volar con vistas a que el nuevo equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castelló (PP y Vox) apruebe su primer presupuesto de la legislatura, el correspondiente al ejercicio 2024. De acuerdo con el calendario diseñado por el concejal de Hacienda, Juan Carlos Redondo, restan menos de tres semanas para que la Junta de Gobierno Local valide el borrador económico.
El cronograma de la instrucción de los planes departamentales, que se materializó el 7 de septiembre, señala como fecha clave para encarrillar las cuentas municipales el próximo 28 de noviembre. Ese día, el ejecutivo local debe dar su OK definitivo al proyecto financiero, de manera que apenas 24 horas después esté en disposición de entregárselo a la oposición (PSPV y Compromís) en la primera comisión plenaria.
La hoja de ruta trazada por Redondo, con datas muy concretas, deja poco margen a la hora de realizar rectificaciones. Al menos, si el objetivo estriba en cerrar la farragosa tramitación administrativa del presupuesto dentro de este año para que resulte posible su entrada en vigor a principios de 2024 una vez culminada la exposición pública.
El calendario presupuestario, además del 28 de noviembre, contiene otras fechas esenciales. Por un lado, el 29 del mismo mes y el 12 de diciembre están reservados para las comisiones plenarias. En ese plazo de 15 días entre una convocatoria y la otra la oposición ha de analizar exhaustivamente los documentos de ingresos y gastos a fin de presentar sus enmiendas. La resolución de las posibles alegaciones debe concretarse el 15 de diciembre, día fijado para celebrar un pleno extraordinario.
Si todo transcurre según lo programado, la idea es que el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) recoja el anuncio sobre el presupuesto el 19 de diciembre. Una publicación que tiene que servir para abrir el periodo de exposición pública. A tenor de lo ocurrido en años precedentes, no se espera que de esa consulta surjan muchas reclamaciones por parte de asociaciones vecinales o particulares. Al contrario. En el caso de que ese intervalo de tiempo concluya sin objeciones, las cuentas municipales serán una realidad el 16 de enero.
En la actualidad, el arduo trabajo del área de Hacienda para rematar el encaje de bolillos obliga a realizar reuniones individualizadas. Con los planes departamentales cerrados y finiquitado el debate político interno entre el PP y Vox, los esfuerzos se centran ahora en cuadrar los distintos capítulos, especialmente los gastos y ingresos.
En este sentido, el ejecutivo local está a expensas de lo que pueda ocurrir en estos días en Madrid ante la posibilidad de que se constituya un Gobierno de España. Las transferencias de capital o financiación del Estado tienen una influencia directa sobre las inversiones, por lo que conocer la cantidad prevista (o una estimación aproximada) resulta fundamental.
Todo apunta a que el primer presupuesto de la legislatura de PP y Vox rondará los 190 millones de euros. Como ha venido anunciado la alcaldesa, Begoña Carrasco, las cuentas priorizarán la bajada de impuestos (el IBI, por ejemplo), el fomento del empleo, la mejora de los servicios públicos y el apoyo al comercio.