CASTELLÓ. La herida abierta en el PSPV de Castelló por la disputada entre la alcaldesa, Amparo Marco, y el secretario general, Germán Renau, a propósito de la lista municipal resulta difícil de cicatrizar. La victoria orgánica de la primera, al lograr que Ferraz avale su candidatura para el 28M, deja al segundo en una situación de debilidad en la agrupación local y plantea algunos interrogantes sobre el nuevo rumbo de la Ejecutiva Local.
El diputado nacional, además de haber sucumbido ante la candidata, ha perdido apoyos entre los suyos a raíz de una controvertida ejecutiva en la que se acabó poniendo sobre la mesa dos propuestas muy distintas. Renau logró sacar adelante su listado de nombres por la mínima (14 votos a favor y 13 en contra), lo que provocó la reacción de la primera edil quien, en respuesta al órdago, terminó elevando a los órganos superiores una candidatura que adolece de integración.
En los 19 días que ha durado la porfía (desde el 27 de febrero hasta el pasado sábado), la negociación nunca ha sido una opción. Al menos, en lo que se refiere a la candidatura municipal, según señalan fuentes consultadas, ya que los intereses han ido en otra dirección. Así lo apuntó el periódico Mediterráneo el 2 de marzo al advertir que de la estrategia de Renau subyace la figura de Carlos Fernández Bielsa, alcalde de Mislata, y que busca apoyos en plazas clave, como Castelló, para prepararse el terreno con vistas al postximismo. Una maniobra que no ha sentado bien en una parte del grupo que arropa al secretario general.
En la actualidad, la Ejecutiva Municipal está dividida a partes iguales. De sus 28 integrantes, 14 se identifican con Marco y el otro 50% pertenece a la corriente del parlamentario. Esa fragmentación dificulta cualquier votación interna.
La ruptura entre los dos bloques y la fragilidad de Renau ha hecho asomar la posibilidad de que internamente se fuerce una gestora, aunque las mismas fuentes consultadas descartan el escenario por la cercanía de las elecciones. El reglamento de desarrollo de los estatutos federales del PSOE, en el artículo 244, recoge la disolución de una Ejecutiva Municipal siempre que se dé alguno de los dos siguientes supuestos: cuando dimita la persona titular de la secretaria general o en el caso de que se produzca la renuncia de más del 50% de los integrantes del órgano de dirección.
Renau se convirtió en secretario general del PSPV de Castelló hace poco menos de un año. Lo hizo tras pactar in extremis con el candidato auspiciado por Marco, José Luis López, que acabó siendo el secretario de organización. El acuerdo no ocultó la segmentación de la cúpula al haber un 51% de afines a la alcaldesa y un 49% de simpatizantes del diputado.
Ese reparto se equilibró semanas después al producirse una dimisión. No obstante, las desavenencias internas entre las dos corrientes ha sido una constante desde entonces. El divorcio definitivo se produjo con la polémica reunión para aprobar la relación de 30 candidatos (27 titulares y tres suplentes) después de la asamblea extraordinaria.