CASTELLÓ. La histórica empresa del Grau, Pescados Fabregrat SA (Pesfasa), se enfrenta al escenario más complicado en sus más de 90 años de historia. La empresa ha presentado el concurso voluntario de acreedores y el pasado 28 de octubre comunicó a sus trabajadores la imposibilidad de afrontar el pago de las nóminas de noviembre.
Aunque la compañía venía arrastrando problemas económicos, la muerte de su gerente Emilio Fabregat el pasado mes de octubre ha acelerado la situación. Por el momento, mantienen actividad en su planta del Grau al ralentí con menos de la mitad de la plantilla, mientras que la otra mitad se encuentra de permiso "retribuido". Y es que los cerca de 40 empleados de la firma no tienen garantía de que se les vayan a abonar las nóminas. En la asamblea del 28 de octubre trasladaron a los empleados que no tenían más liquidez para pagar los sueldos y que presentarían un Expediente de Regulación de Empleo. Sin embargo, a día de hoy ni los trabajadores de Pesfasa, ni el comité de empresa han recibido ninguna notificación oficial al respecto del ERE, por lo que se encuentran sumidos en una "incertidumbre total".
Por el momento todo parece indicar que el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa) se hará cargo de las retribuciones de los empleados este mes hasta que se conozca el futuro de la empresa. Desde la representación sindical afean a la dirección de Pesfasa que no se comunique con los trabajadores a los que no se ha informado de más novedades desde la asamblea de finales de octubre.
Aunque desde la compañía no han querido realizar declaraciones sobre la situación en la que se encuentran, fuentes sindicales afirman que desde la dirección se comunicó la intención de presentar un concurso de acreedores con el objetivo prioritario de conseguir vender la unidad productiva. De hecho, el Boletín Oficial del Estado ha publicado la declaración del concurso y ha designado a Juan Francisco Tejero como administrador concursal. A partir de ahora será el administrador quien tendrá que analizar la viabilidad de Pesfasa y decidir si se aplica un ERE a la totalidad de la plantilla y se liquida la compañía o se consigue afrontar la deuda con la venta de algunos activos.
Esta empresa familiar radicada en el Camí Vell de la Mar nº182 cuenta con unas instalaciones de más de 8.000 m2 y es un referente en el sector del procesado, congelación, conservación y comercialización de productos del mar. El negocio de Pesfasa se centra sobre todo en el cefalópodo: pulpo, calamar, tentáculo de potón del Pacífico (rejo) y sepia. En sus últimas cuentas depositadas (las de 2019) la firma del Grau facturó 57,6 millones de euros con unos beneficios netos de unos 900.000 euros. En 2018 su facturación alcanzó los 73,5 millones, una cifra similar obtuvo en 2017.