Planas lanza su primera promoción de naranja: será en Canadá, que contrarresta el cierre de EEUU

CASTELLÓ. Casi un año y medio después de que asumiese una batería de propuestas para relanzar el sector citrícola español, que atravesaba en aquel invierno 2018/2019 por la crisis más profunda de las últimas décadas y que finalmente no obtuvo ayudas directas, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha anunciado el primer plan para promocionar las naranjas y clementinas de todo el Estado en un mercado externo. 

El lugar escogido es Canadá y, para promocionar el consumo de los cítricos valencianos y del resto de España en el país norteamericano, el Ministerio de Agricultura ha programado, junto con el de Comercio, una aportación de 400.000 euros a plasmar en tres años, desde este 2020 hasta 2022. Lo hará a través del Instituto de Comercio Exterior, que llevará a cabo diferentes tareas de promoción: eventos públicos, actividades dirigidas a los promotores y distribuidores de cítricos en el país, acciones en supermercados y publicidad en medios convencionales y digitales.

El CETA dispara las remesas

No es casual que el primer mercado escogido para llevar a cabo un plan promocional de la naranja sea Canadá. Este mercado siempre había sido visto como una oportunidad por los productores y exportadores valencianos, pero la alta presencia de fruta marroquí les suponía un freno. A finales de 2017 entró en vigor el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y el país norteamericano (CETA), lo que llegó acompañado de un claro incremento de la exportación y situó a Canadá como el undécimo destino en importancia para los cítricos españoles en 2019 y el primero fuera de Europa, con más de 61 millones de euros en envíos, según cifras del Icex. 

Este incremento no se ha debido a la reducción de aranceles, que ya era de cero antes del CETA, sino que el acuerdo de libre comercio llegó acompañado "de un protocolo fitosanitario de entrada en el mercado mucho más favorable", señalan desde el Ministerio de Agricultura. Con ello, "la exportación de naranjas creció en 2019 en un 60% y la de mandarinas en más de un 30%" respecto a antes del CETA, inciden las fuentes del Ministerio.

Con el cierre del mercado norteamericano, tradicionalmente arraigado a la citricultura valenciana -especialmente a la castellonense-, que en la campaña que ahora concluye ha acabado por perder, a causa de las tasas impuestas por la Administración Trump, un nicho de negocio que languidecía ya desde hace años, la promoción en Canadá tiene así otro punto a su favor. 

Y es que, según señalan exportadores valencianos, "cada año aumentan los envíos de clementinas, y muchas de ellas con hoja", lo que incrementa el valor del producto que se remite al mercado canadiense. La clave está en que mucha de la población de Canadá "proviene del norte de África y tiene hábitos altos de consumo de fruta y verdura", apuntan las fuentes.

Solo otra campaña de la Generalitat en Francia

Ahora, la crisis sanitaria del coronavirus ha disparado el consumo de naranjas y clementinas en el mundo, con el consiguiente aumento de precio, algo también debido a la caída en la producción. Este último punto es de prever que cambie en la próxima temporada citrícola, debido a la vecería, con lo que habrá que ver cómo se desarrolla. Pero de momento solo se ha anunciado esta campaña de promoción, a pesar de que el ministro de Agricultura, Luis Planas, incidió en repetidas ocasiones en en este aspecto a lo largo de la crisis pasada como vía para mejorar la situación del sector. 

Por su parte, según señalan desde las organizaciones agrarias, estas trabajan conjuntamente con la Generalitat para retomar la campaña de promoción en Francia, el segundo mercado para la naranja valenciana.