Vainsa retira el encofrado de la cruz en la iglesia y prevé retomar "en días" la obra del Ribalta 

CASTELLÓ. El Acord de Fadrell confía en que "en días" la adjudicataria de retirar la cruz, Vainsa Infraestructuras, retome los trabajos en Ribalta para restituir el jardín de 1926. El portavoz del gobierno municipal, José Luis López, insiste en que "la obra está viva" para justificar la planificación de la mercantil, que acumula más de dos semanas sin actuar en el parque después de sacar el monumento el 4 de enero.

Transcurrido un tercio, aproximadamente, del plazo de ejecución, la firma tiene ahora un mes a fin de completar el proyecto, que contempla la eliminación de la plataforma (muros, escaleras o bordillos) y la creación de una nueva zona ajardinada. López anticipa que la concesionaria piensa concentrar desde "ya" sus recursos humanos, técnicos y materiales en la realización de ese jardín tras haber completado la instalación del lábaro en la explanada Santo Tomás de Villanueva.

En perfecto estado 

La cruz luce sin ningún tipo de protección ni contrafuertes desde este jueves. La empresa da por concluida esta fase del proyecto una vez separadas todas las piezas del encofrado. Según explica el portavoz del ejecutivo local, "el elemento estructural tiene muy buena pinta y presenta un perfecto estado". Dicho de otra manera, no se aprecian daños externos e interiores como consecuencia del complejo proceso de manipulación, que incluyó el corte de la base, el alzado, transporte en camión y la posterior recolocación en la parroquia. La cruceta aguantó las más de 15 horas de manipulación. 

Esto significa que Vainsa no tendrá que rehabilitar el monumento, como se recoge en el expediente en el supuesto de producirse alguna rotura durante el traslado. En este sentido, un informe de los técnicos municipales advertía sobre el riesgo de posible desprendimiento del hormigón por la existencia de humedades, con la consiguiente oxidación de la armadura interna y el incremento del volumen del acero.

La cruz conserva hasta las últimas pintadas por actos vandálicos en los meses previos a la retirada, cuando el Fadrell impelió en octubre de 2022 la tercera licitación después de los fiascos de las dos anteriores. En la primera, y por la renuncia de la adjudicataria, Solaris Purgaret, el Ayuntamiento procedió a la resolución del contrato. En la segunda, el concurso público quedó desierto por falta de licitadores.

Un procedimiento que arrancó en noviembre

El tercer procedimiento para sacar el monumento del Ribalta sí que captó el interés de dos concurrentes, que además cumplían los requisitos a propósito de la solvencia técnica y económica. En noviembre, la Mesa de Contratación elevó a la Junta de Gobierno la propuesta para adjudicar la obra a Vainsa, momento a partir del cual arrancó la cuenta atrás.

Aunque la actuación sigue parada desde el 4 de enero, el equipo de gobierno está convencido de que la concesionaria cumplirá el plazo de ejecución. De hecho, la retirada del lábaro (y su recolocación) se trataba de la fase más crítica del proyecto, de manera que la restitución del jardín debe acometerse sin contratiempos. Al menos, así lo señalan fuentes municipales.