CASTELLÓ. El grupo Compromís per Castelló plantea impulsar el autoconsumo y fomentar las comunidades energéticas en la ciudad por reducir la dependencia energética de las grandes plantas solares fotovoltaicas y democratizar el acceso a la energía y hacerla más sostenible. Se propone aprovechar el tejado de los edificios para instalar paneles solares y el suelo degradado o ya urbanizado para construir plantas fotovoltaicas comunitarias, a fin de conseguir una producción anual potencial que podría llegar a los 580.300 megawatts (MW), generando más luz de la que consume nuestra población actual con un excedente energético que llegaría a 316.949 personas en la capital, casi el doble (+182%) de la población actual de 174.264 habitantes, solo utilizando el 40% de los techos.
Esta es la base del nuevo plan de Compromís para el cambio de modelo energético, que también incluye la creación de una Agencia de la Energía, en una transición que quiere acelerar dando más capacitado de decisión a la ciudadanía, presentado este lunes la síndica en les Corts Papi Robles y los diputados autonómicos Carles Esteve i Vicent Marzà bajo el título de Comencem pel sostre’.
El portavoz de la coalición, Ignasi Garcia, ha querido destacar que «instalando placas solares al 49% de las azoteas de la ciudad de Castelló generaríamos un 82% más de la energía que consumimos cada año». «La apuesta por una transición a un nuevo modelo energético, descentralizado, en red, de autoconsumo, que no haga emisiones de C02 con energías renovables, pasa, y esa es lo aporta de Compromís, por nuestras azoteas», ha señalado.
La campaña, que se puede consultar en el web comencempelsostre.com, aprecio que en Castelló de la Plana, aprovechando el 40% de la superficie de los tejados y cubiertas se podrían producir 580.300 MW, que darían energía a 316.949 personas, atendiendo al consumo actual por vivienda (1.830,89 Kwh) y la potencia instalable de 366.772,30 Kwp.
La campaña contempla también visitas en los municipios para dar a conocer el modelo que plantea la coalición, con el que se puede tener una energía sostenible y democrática y una factura de la luz barata ahora y de aquí a treinta años, sin destruir el territorio.
En Castelló, desde las áreas de Compromís, ya se trabaja en la creación de comunidades energéticas con el proyecto 50/50 en los centros educativos, compartido con Transición Ecológica, y se aborda ya el proyecto de instalación de placas solares en centros educativos y edificios públicos de la ciudad para rebajar la factura energética y hacer partícipe a la sociedad de las medidas propuestas para que la transición energética sea respetuosa con el medio ambiente y priorice los intereses de las personas frente a los de las multinacionales. Ahora, solo poniendo placas en el 40% de los techos, la mayoría de los pueblos podrían generar más luz de la que consume su población actual.
La coalición establece diferentes niveles de prioridad en las instalaciones: incentivar la cobertura de placas en tejados urbanos y polígonos industriales y, si se tiene que instalar una planta solar a causa de la demanda eléctrica industrial, que se sitúe en solares urbanos e industriales, o en suelos sin valor agrícola o ambiental. Todo con la participación y el control democrático de los ayuntamientos y la ciudadanía de cada municipio. A tal efecto, el Ejecutivo tiene líneas de ayudas públicas y créditos que financian la instalación. Desde Compromís reclamamos también en el Gobierno central que aumente el margen para compartir energía de producción renovable, que pase de un radio de 500 metros a dos kilómetros, para proveer aquellas zonas urbanas en las cuales no se puedan instalar placas.