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el portavoz municipal admite que la falta de consenso entre los socios impide establecer plazos

El Acord de Fadrell elude ahora hablar de fechas con la aprobación del presupuesto de Castelló

12/02/2021 - 

CASTELLÓ. El Acord de Fadrell elude ahora pronunciarse sobre fechas a propósito de la aprobación del presupuesto del Ayuntamiento de Castelló. La falta de consenso entre el PSPV, Compromís y Podem-EUPV, que componen el ejecutivo local, impide establecer una hoja de ruta después del preacuerdo anunciado el 13 de enero. "No podemos hablar de plazos. Puede ser en marzo, a principios, a finales...", admite el portavoz del gobierno municipal, el socialista José Luis López, quien insiste en subrayar que "el diálogo en el seno de los tres partidos fluye".

"Hay muchas cuestiones en las que estamos de acuerdo y aquellas situaciones no recogidas [en el documento de gobernanza] pueden generar discrepancias, que se solucionan sentándose", reitera López. "Se sigue trabajando en el presupuesto, porque Castelló lo necesita. Sin embargo, también hay que tener en cuenta que hace seis meses se cerraron unas cuentas [las de 2020] que prorrogadas dan perfectamente respuesta a la covid-19", justifica.

El actual estancamiento se asemeja cada vez más a la situación vivida el pasado año. Las divergencias a raíz del desacord ralentizaron los tiempos. Hasta el punto que, cuando por fin hubo fumata blanca en marzo, la irrupción de la pandemia obligó a rediseñar por completo el proyecto financiero. Nuevamente, desacuerdos internos afectaron a la tramitación, por lo que la esperada aceptación por parte de la corporación en pleno no se produjo hasta julio.

No repetir errores

Como consecuencia de este episodio, la alcaldesa de Castelló, Amparo Marco, se comprometió a no repetir errores en el futuro y garantizó que las cuentas de 2021 se cerrarían el 1 de enero, como tarde. Una discurso que mantuvo en los meses posteriores, anunciando además que las concejalías y negociados implicados ya tenían instrucciones explícitas de priorizar la elaboración de sus previsiones económicas.

Con ese espíritu se abrió el debate político en el Fadrell en el último trimestre de 2020. En diciembre, el propio López trasladó la inminencia del pacto por la voluntad de los tres grupos de llegar a puntos de encuentro. El paso de las semanas, empero, evidenció la dificultad de culminar con éxito el encaje de bolillos. Los mensajes entre líneas de valencianistas y la confluencia adivinaron problemas de fondo, que afloraron cuando trascendió que el PSPV, en su calidad de socio mayoritario, decidió asumir el peso de las conversaciones. Un protagonismo justificado por ostentar la concejalía de Hacienda.

La aparición de un inesperado invitado, Ciudadanosa instancias del grupo socialista, complicó todavía más la negociación del presupuesto. Podem se mostró especialmente crítico con la participación de la formación liberal, que el PSPV enmarcó dentro de la nueva estrategia de abrir las cuentas al mayor número posible de fuerzas políticas para privilegiar el consenso por el coronavirus. Y en este punto se encuentran las conversaciones para concretar el anteproyecto económico.

En un principio, el equipo de gobierno aspiraba a presentar el borrador al resto de grupos a finales de enero con el propósito de elevarlo al pleno ordinario de febrero. No obstante, ante el anquilosamiento del Fadrell resulta aventurado hablar de plazos, más cuando la entrada en vigor del presupuesto no solo depende de la corporación, sino también de la tramitación administrativa y de un periodo de alegaciones.

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