CASTELLÓN. El aeropuerto de Castellón ha dado, definitivamente, un vuelco a su política de captación de pasajeros. El reciente anuncio de Ryanair de que, a partir de noviembre, reducirá de tres a dos las frecuencias de los vuelos que semanalmente unen el territorio castellonense con Londres -que se une a las cancelaciones de las rutas a Brístol, en 2017; Sofía, en otoño pasado; y Poznan, que dejará de operar en abril- es una muestra más de la presión que la aerolínea irlandesa ejerce al recinto castellonense, como a otros muchos, para tratar de conseguir las mejores condiciones para sus operativas.
Y no le fue mal durante varios años, pero la salida a concurso de las ayudas para la promoción de Castellón como destino en los mercados de origen ha hecho que las condiciones cambien. Y eso ya se deja notar. La primera consecuencia ha sido la pérdida de pasajeros, del 18% el año pasado. Pero, a partir de junio, la primera compañía de Europa dejará de ser la que más operaciones lleve a cabo en el aeródromo de Benlloc y Vilanova d'Alcolea. La superará Wizz Air.
La aerolínea húngara, que también está experimentando un crecimiento importante en España y en Europa durante los últimos años y pretende impulsarlo a corto plazo, es la única que se ha decidido a abrir nuevas rutas en virtud de los lotes que quedaron desiertos del primer plan de posicionamiento. Eurowings -que desestimó materializar la operativa que salió beneficiaria de las ayudas con la ruta a Colonia- y la propia Ryanair, que quedó fuera al concurrir precisamente en el mismo lote que Wizz Air, no han dado el paso para negociar nuevas conexiones.
Así, las dos nuevas rutas de Wizz Air a Budapest y Katowice, que se materializarán durante los tres meses de verano, se añaden a la que comenzará a volar en poco más de un mes a Bucarest. Con ello, la aerolínea de Europa del Este contará con seis operativas semanales este verano, mientras Ryanair tendrá solo tres... y en invierno, tras la reducción de las frecuencias a Londres, únicamente dos.
Aunque los dirigentes del aeropuerto de Castellón señalan que estas adjudicaciones no pretenden orillar a Ryanair, lo cierto es que las presiones desde la aerolínea irlandesa siempre han existido, hasta el punto de exigir más implicación en la promoción del destino Castellón a las autoridades locales. Y el propio director general de Aerocas, Joan Serafí Bernat, repitió en varias ocasiones durante la presentación de las nuevas rutas que pretenden que esto "sea el inicio de una colaboración muy fructífera entre el aeropuerto de Castellón y Wizz Air".
Esta intención "a medio y largo plazo" se podría materializar en el segundo plan de posicionamiento del aeropuerto de Castellón, que Bernat señaló que lanzarán "en próximas semanas" y que prevé la inversión de seis millones de euros a lo largo de tres años. En este sentido, el director de Comunicación Corporativa de Wizz Air, Andras Rado, se mostró esperanzado en que puedan abrirse nuevas rutas con origen y destino Castellón.
Este contrato supondrá un salto cualitativo importante, aunque no en lo económico, dado que el primer plan de posicionamiento tenía un presupuesto base de licitación de 1,6 millones de euros. Finalmente, de ellos se materializarán "no más de 600.000 entre las tres rutas", según dijo Bernat. Debido a que el máximo a que opta Wizz Air en virtud de la ruta anual a Bucarest son 340.000 euros, en base a las dos conexiones estivales, la aerolínea se podría beneficiar de 260.000 euros para realizar campañas de promoción.
Entre las tres nuevas conexiones hacia Europa del Este pueden llegar a aportar 47.000 pasajeros a la terminal castellonense. Es difícil que esto sea suficiente para contrarrestar la pérdida de viajeros que las supresiones de Ryanair conllevarán este año. Pero esta nueva apuesta, de futuro, está todavía despegando.