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BALANCE DEL 2018

El azulejo pagará este año 54 millones de euros más por el encarecimiento del gas y la electricidad

13/12/2018 - 

CASTELLÓN. La industria azulejera española -que en más del 85% se concentra en la provincia de Castellón, está a la cabeza en la producción en Europa y supone casi el 9% de toda la cerámica que se fabrica en el mundo- tiene en los elevados costes de la energía uno de sus grandes retos para mantener sus actuales niveles de competitividad. Pese a contar con precios energéticos más altos que el resto de sus competidores, como es el caso de Italia, el sector ya cuenta que 2019 no traerá grandes alegrías, ya que prevé que la factura media se incremente este próximo año entre un 5 y un 10%. Solo desde enero hasta ahora se ha pasado de pagar 410 millones de euros a 464 millones, 54 millones más, lo que representa un sobrecoste importante, entorno a un 13%.

La industria azulejera es una gran consumidora de energía, especialmente gas natural y electricidad. A día de hoy estos costes suponen el 13% del valor de las ventas, según recordaron ayer los máximos responsables de la Asociación Española de Baldosas Cerámica, Ascer, quienes hicieron un balance provisional del 2018, en el que se prevé un incremento estimado de ventas de 3.590 millones de euros, lo que representaría entre el 1 y 2% más que el año anterior y un leve aumento de la producción, que quedaría en el 1% a final de año.

En cuanto al precio del gas natural, ya de por sí el más caro de Europa, a lo largo del 2018 ha experimentado un incremento del 14%, mientras que la factura de la luz se ha elevado en este mismo periodo un 10%, según detalló el vicepresidente de la entidad, Francisco Ramos.

El presidente de Ascer, Vicente Nomdedeu, por su parte, recordó en la comparecencia de este miércoles ante los medios que el 45% de lo que se paga se debe a peajes e impuestos que llevan implícitas estas facturas y sobre el comportamiento futuro de estos costes, Nomdedeu recordó que es algo que depende en gran medida del dólar y el precio del barril Brent.

De seguir esta progresión en el precio de la energía, en el futuro podría llegar a tener mayor peso que los costes de personal, de ahí que los responsables de Ascer sí mostraran su preocupación por este asunto, además de reclamar que, todo lo que hoy se recauda, se revierta en la investigación en busca de alternativas que permitan menor dependencia de las fuentes de energía tradicionales.

Cara y cruz en el comercio de emisiones

De otro lado, el secretario general de la patronal azulejera, Pedro Riaza, centró su exposición en el comercio de emisiones y comenzó con una buena noticia, como es que la cerámica ha vuelto a refrendarse como un sector en riesgo de deslocalización, con lo que esto ayudará en la compra de permisos de emisión. Por contra, Riaza sí explicó que la normativa se volverá más exigente y restrictiva en los próximos años. El secretario de la organización recordó que actualmente no hay una tecnología posible que permita una descabornización total y una alternativa al gas, por lo que "es un sector condenado a permanecer de momento en un sistema que es cada día más caro".

En este sentido sentido, Riaza indicó que de los 4 millones que suponía hace diez años el coste anual del sector en el comercio de emisiones, a lo largo del 2018 ya se ha pagado 11 millones, mientras que en el periodo 2020-2015, el importe pasará de los 16 millones hasta alcanzar los 33. Del mismo modo, el secretario general de Ascer, remarcó los esfuerzos empleados por el sector y sus importantes avances para mejorar la eficiencia "hace que cada vez sea más difícil mejorarla y optimizarla al máximo", por lo que desde la industria europea se reivindica que en el escenario internacional se favorezca un plano de igualdad frente a estas exigencias y se apoye a los grandes consumidores de esa energía.

En esta idea, Nomdedeu aprovechó la oportunidad para reclamar un plan estatal de la industria, que permita perfilar las reglas a un sector que "está a la cabeza del país en cuanto a la balanza de pagos con gran capacidad para crear puestos de trabajo estables y dotar de conocimiento a la economía, además de servir de modelo para otros sectores", según señaló, a lo que añadió la capacidad del azulejo de, a través del clúster, favorecer la innovación.

Medidas "insuficientes" para asegurar la cogeneración

En lo que concierne a la cogeneración, desde Ascer se considera que el real decreto aprobado la semana pasada por el Consejo de Ministros es "insuficiente". Entienden que prorrogar dos años las plantas que han agotado su vida útil desde el pasado mes de enero es una medida escasa, puesto que "necesitamos propuestas más a largo plazo", según explicó Ismael García, vicepresidente de la asociación. Estos procesos de cogeneración permiten a las plantas el aprovechamiento de la combustión del gas natural para la fabricar energía eléctrica que será utilizada por la propia instalación, lo que permite un importante ahorro de los costes. Ramos detalló, por su parte, que las 28 plantas que existen en la industria azulejera castellonense generan hasta 1.300 GWh de energía eléctrica al año.

Además, de no establecerse un marco regulatorio que garantice la continuidad de esta cogeneración, las plantas que terminan su vida útil en tres o cuatro años deberán cerrarse, lo que supondrá un impacto negativo para la industria cerámica que se calcula podría ronda los 50 millones de euros. Este sobrecoste vendría determinado por el precio del producto atomizado, sector más sobreexpuesto a la cogeneración y que es la principal materia prima del azulejo.




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