El Fadrell 'blindará' la cruz de Ribalta: habrá mayor presencia policial durante la fase de retirada

CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló blindará el parque Ribalta durante la fase de alzada y retirada de la Cruz de los Caídos. El Acord de Fadrell reforzará la presencia policial para evitar posibles incidentes, según anuncia el portavoz del gobierno municipal, José Luis López. Además, con ese incremento de efectivos, se atiende la petición de la empresa, Vainsa Infraestructuras, a propósito de la necesidad de aumentar el número de agentes en esos días con vistas a preservar la integridad física no solo de sus trabajadores, sino también de "aquellos ciudadanos que se acerquen para ver las obras", aclara el edil.

Aunque la adjudicación se aprobó el pasado 21 de noviembre, como así recoge la plataforma de Contratación, todavía no se ha producido la firma del contrato entre el consistorio y la mercantil. López señala que faltan unos detalles en relación a la documentación para sellar el acuerdo sobre el papel. "Ya han presentado el plan de seguridad y solo quedan subsanar unas pequeñas cuestiones", asegura.

El portavoz del ejecutivo local insiste en que se trata de cuestión de días que se produzca la rúbrica del acta de comprobación de replanteo, acto jurídico que inicia el plazo de ejecución de seis semanas. El objetivo de sacar el monumento de Ribalta antes de concluir el año sigue inalterable, a pesar de que Abogados Cristianos mantiene su cruzada judicial para paralizar la actuación.

Todas las autorizaciones, en regla

Ante el último recurso Contencioso-administrativo de la Fundación, que reclama al juez nuevas medidas cautelares por no acreditarse la licencia medioambiental, López aclara que el único consentimiento exigible corresponde a la autorización de la Conselleria de Cultura, ya que el parque está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC). "Ese permiso forma parte del expediente, así que se continúa adelante con la actuación en aplicación de la ley de Memoria Democrática", señala.

La retirada de la cruz resultará especialmente compleja en la primera fase, conforme al calendario de trabajo establecido en el proyecto. Más allá de proteger el lábaro con un encofrado durante el izado, separando el armazón de la plataforma, el traslado hasta la nueva ubicación deberá realizarse con sumo cuidado. El camión con el monumento seguirá un trazado diseñado ex profeso a fin de esquivar cualquier elemento en altura susceptible de provocar un vuelco.

Por tratarse de una estructura de grandes dimensiones (mide 6 metros y pesa unas siete toneladas), el vehículo irá escoltado por la Policía Local. El protocolo en estos casos para el transporte de piezas de cierto tamaño por el núcleo urbano. Ocurrió, por ejemplo, con las vigas que se emplearon para construir el puente Europa en el Raval Universitari.

Anclaje en perfecto estado

Esa mudanza culminará con la colocación del monumento en el emplazamiento de la parroquia de Santo Tomás de Villanueva. La explanada está preparada desde hace meses. Vainsa depositará y anclará la cruceta en óptimas condiciones. Si durante la manipulación se produce algún desprendimiento o rotura, la empresa tendrá que proceder a las reparaciones correspondientes, toda vez que así lo determina el pliego.

Un informe técnico advierte que el estado de conservación de la cruz no es el más idóneo. La existencia de humedades por la falta de mantenimiento eleva el riesgo de desprendimiento del hormigón. El esqueleto interno muestra evidencias de oxidación, por lo que la ejecución de esa primera fase será la más delicada de la actuación.