El Fadrell tiene un plan con la cruz: adjudicar la obra en un mes e iniciar la retirada en octubre 

CASTELLÓ. El Acord de Fadrell vuelve a mostrarse optimista ante la posibilidad de culminar la retirada de la cruz en esta legislatura. Una vez resuelto el contrato con la empresa Solaris Purgaret por incumplimiento (este viernes tras la notificación del expediente), el siguiente paso estriba en impeler una nueva licitación. Y no solo eso. Se trata de hacerlo en el menor tiempo posible para garantizar que la ejecución se realice dentro de este año.

El área de Urbanismo, responsable de la actuación, tiene un plan. La ley de Contratos del Sector Público recoge distintas fórmulas para promover las licitaciones. Desde el procedimiento ordinario, que se utiliza habitualmente para obras civiles con un valor igual o superior a los dos millones de euros, hasta el abierto simplificado, que contempla proyectos por debajo de esa cantidad. Esta última opción agiliza especialmente los plazos administrativos cuando la cuantía resulta inferior a los 80.000 euros. En efecto, es la opción que se escogió con el monumento de Ribalta. Esa mayor diligencia se debe a que las mercantiles solo deben presentar sus ofertas en un solo sobre, la valoración se efectúa en función de los criterios económicos (la propuesta) y se exime a los licitadores de la acreditación de solvencia financiera y técnica, sin presentar tampoco garantías previas ni definitivas.

La alternativa escogida

Ante supuestos como el que se ha dado con la cruz, con una flagrante desobediencia de la mercantil, y para asegurar la materialización del proyecto por su naturaleza apremiante, existe lo que se conoce como el procedimiento abierto urgente. Su principal singularidad reside en que todos los plazos se reducen a la mitad. Asimismo, obliga a las concurrentes a acreditar su capacidad en cuanto a recursos económicos y materiales. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Castelló (PSPV, Compromís y Podem-EUPV) se aferra a esta alternativa con vistas a enmendar el inesperado fiasco del primer concurso público.

Según las previsiones de Urbanismo, durante la próxima semana la plataforma de Contratación publicará la segunda licitación. A partir de ese momento, se abrirá un periodo de 13 días para que las compañías interesadas formalicen las ofertas. Si no surge ningún imprevisto, la apertura del único sobre y la propuesta de adjudicación de la Mesa de Contratación se realizará en un par de días. El nombre de la concurrente vencedora se validará a través de un decreto de Alcaldía, es decir, no tendrá que pasar por Junta de Gobierno, lo que permitirá ganar tiempo.

Con el escrito sellado, la adjudicataria dispondrá de un máximo de cinco días para presentar la documentación requerida. En concreto, la solvencia económica y administrativa. Con el acta de adjudicación firmada, aceptando la empresa el proyecto, se rubricará el contrato y el acta de replanteo, acto jurídico por el que el Ayuntamiento entregará los terrenos a la mercantil a fin de iniciar los trabajos.

Noviembre como objetivo

Fuentes municipales señalan que para finales de septiembre (o principios de octubre como tarde) la empresa ya estará en disposición de comenzar la retirada de la cruz. Como en la primera licitación, el plazo para trasladar el monumento a su nuevo emplazamiento y restituir el jardín de 1926 se situará en las seis semanas.

Esto significa que, en el mejor de los casos, para mediados de noviembre las obras habrán concluido. Otra cosa es que a lo largo de ese tiempo aparezca algún contratiempo en forma de intervención judicial, un escenario que en estos momentos el Fadrell no contempla en vista de que los seis litigios de Abogados Cristianos desde 2017 siempre se han desestimado. Las medidas cautelarísimas y cautelares solicitadas han sido denegadas por el juez, por lo que se entiende que se dan las garantías legales para retirar la cruz.