BENICÀSSIM. El PSPV de Benicàssim enfría ahora cualquier alianza con Ciudadanos para arrebatar la alcaldía al PP. La posibilidad de plantear una moción de censura, idea que había ganado fuerza en las últimas horas a raíz del terremoto político de Madrid, queda momentáneamente aparcada, según el portavoz del grupo socialista, Miguel Alcalde. Al menos, mientras siga la marejada interna en la dirección nacional de Cs, cuyos cimientos parecen tambalearse a consecuencia de sus postreras decisiones, especialmente en la Región de Murcia.
El líder de la principal fuerza de la oposición cree que para dar un paso al frente primero la formación naranja debe tener claras sus directrices, ya que la sacudida en la capital de España puede derivar en cambios, como así incluso exigen algunos barones liberales a través de las redes sociales. Ante este panorama, Alcalde prefiere "dejar pasar los días", una estrategia que conocen tanto la agrupación local como algunos de los hipotéticos socios en el caso de proponer más adelante una coalición a tres o cuatro bandas, con Compromís y Podem.
En cualquier caso, la última palabra sobre el movimiento de sillones la tiene Ciudadanos, que insiste en mantener el bipartito en Benicàssim, siempre y cuando "se cumplan los pactos", como advirtió su representante y coordinadora provincial, Cristina Fernández, a Castellón Plaza este miércoles. Los tres ediles naranjas comparten el gobierno municipal con los seis regidores populares, una mayoría que garantiza la estabilidad hasta el final de la legislatura.
Una consistencia, por otro lado, que no se había dado hasta el pasado mes de diciembre, cuando el munícipe tránsfuga de Cs, Domingo Lorenzo, decidió renunciar a su acta por motivos personales. Durante medio año, tras abandonar las filas naranjas en junio, la presencia del concejal díscolo en el grupo de no adscritos, acompañado por José Carlos García (ex de Vox), supuso un auténtico quebradero de cabeza para el ejecutivo local al encontrarse en inferioridad numérica respecto a la oposición.
En la ecuación que baraja el PSPV, el concurso del partido liberal resulta esencial. La adhesión de sus ediles permite a los socialistas disponer de una preeminencia con la suma, además, de los dos representantes valencianistas. En realidad, las cábalas no son nuevas. Ya se plantearon tras los resultados de las municipales en 2019. Sin embargo, la formación naranja optó por el PP como compañero de viaje. Esa asociación facilitó a Susana Marqués ´la continuidad como alcaldesa.
Benicàssim se trata del único Ayuntamiento de la provincia de Castellón donde gobierna Ciudadanos en coalición susceptible de sufrir fluctuaciones políticas. En los otros tres, Almassora, Oropesa del Mar y Castellnovo, los pactos para asumir las alcaldías en la recta final del mandato obligan a seguir hasta 2023.