CASTELLÓ (EFECOM). España fue en 2021 el cuarto país de la OCDE donde más aumentó la recaudación por el impuesto de sociedades y el séptimo por el incremento del peso de la fiscalidad, aunque sigue estando netamente por debajo de la de los Estados nórdicos o de otros de la Europa continental, como Alemania, Italia o Francia.
En su informe anual sobre las reformas fiscales publicado este miércoles, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) explica que la recaudación con el impuesto de sociedades en España ese año progresó en el equivalente de 1,63 puntos del producto interior bruto (PIB).
Representó un 5,34 % del total de la recaudación fiscal, un porcentaje relativamente bajo, pero que varía bastante de un país a otro, ya que puede ser superior al 10 % como en México (20,1 %), Australia (18,8 %), Irlanda (16,1 %) o Japón (11,7 %), pero también en algún caso inferior al 5 %, como en Italia (4,8 %), Alemania (4,3 %), Hungría (3,6 %) o Letonia (2,3 %).
Se da la circunstancia paradójica de que España, como Colombia, son países que han disminuido el tipo del impuesto de sociedades para las pymes como forma de incentivar la inversión en este tipo de empresas. En concreto, en España ese tipo ha pasado del 25 % al 23 % para las empresas con menos de un millón de euros de facturación y para las emergentes ("start ups") la rebaja ha sido hasta el 15 %.
En 2021, únicamente hubo tres otros miembros de la OCDE en los que ese impuesto que grava los beneficios de las empresas creció más en términos de riqueza del país: Noruega (7,33 puntos de PIB adicionales), Nueva Zelanda (1,31 puntos) e Israel (0,85 puntos).
Noruega fue igualmente el país donde más se incrementaron globalmente los impuestos en 2021, con 3,44 puntos más de PIB, hasta el 42,2 %.
Era así uno de los siete en que se superaba el listón del 40 %, junto a Dinamarca (que está en cabeza desde hace años, con un 46,9 % del PIB), Francia (45,1 %), Italia (43,3 %), Finlandia (43 %), Suecia (42,6 %) y Bélgica (42 %).
En España, el alza de la fiscalidad total fue de 1,63 puntos de PIB hasta el 38,4 % del PIB, es decir, netamente por encima de la media de la OCDE (34,1 %).
Esa progresión se debió no sólo por el impuesto de sociedades, sino también al IVA, con el que se produjo un aumento de los ingresos equivalente a 0,64 puntos de PIB.
En total, hubo cinco países de la organización en la que aumentó el peso de los impuestos en términos de PIB en 2021, y hubo 11 en los que disminuyó.
Las caídas fueron superiores a un punto de PIB en Canadá (1,01), Turquía (1,03), Islandia (1,06), México (1,06) y Hungría (2,09).
Sobre España, los autores del informe también señalan, dentro de las políticas para alinear la fiscalidad del capital con la del trabajo, el aumento para las rentas de capital, con el incremento de un punto del tipo impositivo, al 27 %, para los que ganan entre 200.000 y 300.000 euros, y la introducción de un tipo del 28 % para los que perciben más de 300.000 euros.
La OCDE constata que un número significativo de países han decidido aplicar impuestos a los llamados "beneficios caídos del cielo", que se consideran consecuencia no de la operativa de las empresas ni de sus capacidades de eficiencia, sino de elementos externos del contexto vinculados sobre todo a la invasión rusa de Ucrania de los que se han aprovechado.
En España, se han diseñado para grabar los ingresos de las compañías energéticas y los ingresos por los intereses del sector financiero.