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El Gobierno da luz verde ambiental al sellado del Castor y obliga a un seguimiento sísmico

13/03/2023 - 

CASTELLÓ (EFE). La Dirección General de Calidad de Evaluación Ambiental ha emitido la declaración de impacto ambiental para el sellado de los pozos del almacén de gas Castor, frente a las costas de Vinaròs (Castellón), en la que se establecen medidas para detectar con antelación la sismicidad que puedan provocar las labores. El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha publicado este lunes la declaración de impacto ambiental del proyecto "Sellado y abandono definitivo de los pozos de Castor", consistente en el sellado de los trece pozos del almacenamiento subterráneo de gas natural.

El proyecto de Castor, de la española ACS y la canadiense Escal, buscaba reconvertir en un almacenamiento de gas un antiguo pozo petrolífero ubicado a 1.750 metros de profundidad bajo el nivel del mar y el Gobierno lo interrumpió en su día por los sismos que afectaron a la zona costera al comenzar a inyectarse el gas. El Gobierno decidió desmantelarlo y sellarlo en 2019, tras llevar años hibernado después de que en 2013 se llegaran a registrar hasta 500 seísmos en la zona tras una inyección de gas.

Con el abandono definitivo de los pozos se pretende garantizar el aislamiento de todas las formaciones con capacidad de fluir, contengan o no hidrocarburos, restableciendo la estanqueidad mediante la instalación de barreras permanentes (tapones de cemento), cuya efectividad será verificada.

Los trece pozos (ocho para inyectar y extraer gas, cuatro de monitorización y uno de reinyección de agua) permanecen suspendidos de manera temporal desde abril de 2016 mediante tapones expandibles por encima de la válvula de seguridad de fondo de pozo. En total, se instalarán 37 tapones en los 13 pozos -22 de ellos usando perforación mecánica y 15 usando una técnica con detonaciones, para lo que se estima que se utilizarán 1.939,62 kilogramos de explosivos-. El tiempo estimado entre detonaciones varía entre 6 y 14 días, y la duración de la fase de sellado y abandono de los pozos se estima de seis a ocho meses y 192 días.

A esta fase le seguirá otra de restauración del fondo marino y desmovilización, que comprende la retirada de las tuberías que conectan las cabezas de pozos con el fondo marino y la planta de operaciones en tierra de Castor que se usará como almacén temporal de los residuos generados antes de ser entregados al gestor autorizado.

Prevención de nuevos sismos

Para reducir el riesgo de generar sismicidad, el promotor del proyecto contempla minimizar la inyección de fluidos en el interior del yacimiento en caso de que se requiera una limpieza previa para la instalación del tapón de fondo.

También prevé un monitoreo continuo de la presión y establece un protocolo de actuación, en colaboración con el Instituto Geográfico Nacional, que tiene un sistema de gestión de riesgo por umbrales, similar a un sistema de semáforos, para detectar de forma precoz una posible sismicidad inducida por las labores.

Este sistema cubre un área de radio de 20 kilómetros a partir de la plataforma de Castor, incluye una red de diez sismógrafos y el protocolo seguirá activo hasta que transcurran tres meses desde la finalización de las operaciones de sellado y abandono de los pozos.

Respecto a las fallas existentes en la zona, el promotor dice que no hay riesgo de fracturación adicional o de movimiento de las fallas existentes por las actividades de abandono del almacén.

Además, el protocolo de actuación ante sismicidad estima que cualquier nuevo episodio de sismicidad no debería exceder al evento de mayor magnitud, que tuvo lugar el 1 de octubre de 2013.

El sistema de monitorización sísmica y el protocolo de actuación ante sismicidad continuarán operativos al menos hasta un año después de la finalización de las operaciones de sellado para verificar que la actividad sísmica de la zona es equivalente a la que había antes de comenzar a ejecutarse el sellado.

Por su parte, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) considera que el proyecto puede generar "un impacto radiológico significativo para los trabajadores, el público y el medioambiente" por la generación y gestión de fluidos de limpieza y la gestión de materiales residuales sólidos.

El CSN ha señalado que no puede evaluar las medidas de control radiológico asociadas a las operaciones porque la documentación inicial "no identifica adecuadamente todos los procesos o materiales que pueden tener implicaciones radiológicas", aunque el promotor se ha comprometido a presentarlo en la evaluación de estudio radiológico.

Además, la declaración de impacto ambiental pone condiciones como disponer medidas para minimizar el impacto acústico en los días que se hagan las explosiones, así como muestreos periódicos de la calidad de las aguas y el seguimiento visual continuo de posibles manchas de hidrocarburos. 

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