Lamosa entra en Europa con la división cerámica de Roca
Lamosa entra en Europa con la división cerámica de Roca
CASTELLÓ. El segundo fabricante mundial de revestimiento cerámico -según el último ranking elaborado por Ceramic World Review y recogido por Plaza Cerámica- el grupo Lamosa, no ha podido tener un aterrizaje más accidentado en el sector europeo. Tras la compra en agosto pasado de la división cerámica de Roca por prácticamente 220 millones de euros, los altos costes no han cesado de sacudir a la principal industria castellonense, y esto ha repercutido directamente en el desembarco del gigante mexicano.
Tanto, que los dirigentes de Roca Tiles decidieron cesar temporalmente la producción de la factoría de Roca, ubicada en la Vall d'Uixó. Así lo hicieron durante dos semanas el pasado mes de enero. Una vez recuperada la actividad, la planta funciona "al 60%", señalan responsables de la compañía. Para ello, según ha podido saber este diario, el grupo ha registrado sendos expedientes de regulación temporal de empleo para las tres empresas que lo conforman en España. En total se han visto afectados 234 trabajadores: 169 hombres y 65 mujeres.
Lamosa entra en Europa con la división cerámica de Roca
La mayor parte de los empleados incluidos en los tres ERTE trabajan en Cerámicas Belcaire (184 concretamente), mientras en Roca Tiles Spain y Tiles Investments and Holdings, las otras dos compañías del grupo en España, han sido incluidos en el expediente 33 y 17 personas, respectivamente. Esta última es la firma con la que se materializó la compra.
La suspensión temporal está en vigor desde el pasado 17 de enero y se prolongará por un máximo de 120 días por trabajador (algo más de cuatro meses), siendo la fecha máxima para aplicarla el próximo 30 de junio. De esta forma, los trabajadores se van viendo afectados de forma rotatoria por el expediente. Pero esto ha sido así porque en el período de consultas se ha reducido la importancia del ERTE, ya que los dirigentes de Roca Tiles solicitaron, en un primer momento, 300 días de suspensión; es decir, la posibilidad de que sus empleados no apareciesen por su puesto de trabajo durante prácticamente diez meses.
En esta decisión ha tenido mucho que ver el contexto de altos costes que sacude a la industria azulejera, con los precios del gas desbocados en la recta final del año pasado y ahora de nuevo en auge -y con picos desmesurados- debido al conflicto bélico en Ucrania. De hecho, Lamosa no ha actuado igual en todas las factorías que compró en agosto. Así, ha decidido mantener sin cambios la producción en las dos fábricas de Brasil que entraron en la operación de Roca, según han señalado a este diario fuentes del sector.
Así las cosas, aunque todo el personal de la planta cerámica está incluido en el ERTE, actualmente tres de los cinco hornos con que cuentan las instalaciones de Roca en la Vall d'Uixó se encuentran en funcionamiento. Asimismo, y dentro del proceso de transformación de la firma tras la compra por parte de Lamosa, el grupo está acometiendo diversas inversiones, entre ellas las de una línea de rectificado que permite tratar 90.000 metros cuadrados de producto al año y que acaba de entrar en producción, apuntan desde la firma.
Todo ello se produce tras la salida de la compañía de sanitarios Roca, formalizada en el Boletín Oficial del Registro Mercantil en octubre pasado. Antes de que la firma catalana dejase la compañía, esta redujo su capital social en 3,9 millones de euros por medio de la amortización de 64.540 acciones con el fin de restablecer el equilibrio de la sociedad. Tras la reducción de capital, este ha quedado fijado en 5,9 millones de euros.