CASTELLÓ. La música valenciana está preparadísima para su internacionalización. Así lo cree, al menos, Marga Landete, directora adjunta de Música y Cultura Popular Valenciana del Institut Valencià de Cultura, quien junto a otros profesionales analizaba este miércoles, en la Fira Trovam!, las posibilidades reales que tiene el talento valenciano de crecer y exportarse. "Existen casos de éxito que se han internacionalizado como Spanish Band, que cada año alterna una gira en Estados Unidos y otra en Japón; así lleva décadas funcionando. Otro ejemplo de principios de siglo fue Obrint Pas, con conciertos por toda Europa. Casos individuales tenemos muchos, aunque ahora lo que hay que conseguir es exportar la marca valenciana en su conjunto", señalaba Landete.
¿Puede la música valenciana, casi en su totalidad, triunfar más allá del país o es éste sueño de unos pocos? Contestar a esta pregunta no es sencillo, aunque reconocía la directora adjunta del IVC que "no todo es exportable ni en los mismos sitios". "Cada músico tiene que tener claro qué tiene de especial y a partir de ahí saber hacía dónde ir. Hay gente buena en todos lados, se editan miles de canciones cada día. Por eso, toca buscar la autenticidad. La apuesta quizá esté en mirar hacía atrás. No hace falta hacer necesariamente música tradicional, pero tenemos sonoridades, ritmos y maneras de cantar completamente diferentes a las que hay fuera que se pueden aprovechar".
En la misma línea, para Antonio Martínez, "internacionalizarse es un camino casi obligatorio. Al menos planteárselo en un entorno tan globalizado como el de hoy". Pero tampoco cree el profesional, quien trabaja en una consultoría (IDOM) que ofrece servicios para músicos, que todas las empresas y/o artistas estén preparados para hacerlo. "A veces nos lanzamos y puede ser peligroso. Nos puede matar como empresa", explicaba este miércoles en Castelló.
Además de la forma más clásica de hacerlo, como pueda ser iniciar una gira por el extranjero, indicaba Martínez que hay otras maneras de exportar el talento. "A veces nos obsesionamos con el camino clásico de internacionalización, pero hay oportunidades nuevas gracias a la hibridación con los juegos o el audiovisual. Que una serie o un videojuego lleven música en valenciano y se consuma fuera ya da proyección", apuntaba el profesional.
Al acto asistió también Arkaitz Villar, responsable de Basque Musics, empresa dedicada a promocionar la música en euskera. Por su parte, el profesional quiso recordar que otros de los impedimentos con los muchas empresas musicales se topan es que son "pequeñas y cuentan con un equipo que ya hace de todo, por lo que dedicarse a la internacionalización es un reto". "Es un camino a largo plazo. No se consigue por ir a una feria y cerrar unos acuerdos. Hace falta prepararse bien un pitching para saber vender los puntos fuertes", señalaba Villar, quien no cree en ninguno de los casos que el idioma sea un impedimento. "El producto anglosajón está muy visto. A mi personalmente me parece más interesante una propuesta en valenciano o euskera. Tenemos mercados regionales donde también se puede funcionar".
La música valenciana se enfrenta, desde sus particularidades y contexto, a unos retos muy concretos. Señalaba María Dolores Parra, directora general de Internacionalización y directora adjunta del Instituto Valenciano de la Competitividad Empresarial (IVACE), que una de las principales tareas pendientes de las bandas es "superar la propia barrera que se ponen". "Muchos artistas creen que no pintan nada en Estados Unidos o simplemente no saben cómo gestionarlo. Hay oportunidades económicas reales", señalaba Parra, quien detalló que desde el IVACE se asesora a los profesionales de la cultura en el proceso de internacionalización, pero también se les pone en contacto con mercados como Miami, París o Londres, o se cita a programadores directamente a festivales para que los puedan ver actuar.
"Y ¿esto quién lo paga? Os preguntaréis mucho. Aquí entra en juego la Oficina General de Internacionalización. Desde el IVACE os aportamos la información, pero Internacionalización cubre en un 50% gastos como pueden ser asistir a un festival francés para darse a conocer o citarse con un potencial promotor. El dinero se anticipa, pero en un año está ingresado", aseguraba Parra a los mismos músicos presentes en la sala.
Por su parte, Marga Landete citó las oportunidades que genera la recién inaugurada Valencian Music Office, así como el circuito que han ido generando por ferias de todo el país. "Nuestro primer objetivo es incrementar nuestra presencia en ferias, pero no solo para dar a conocer a un artista en concreto, sino explicar qué se hace en nuestro territorios. Tenemos artistas perfectamente exportables, pero detrás hay mucha gente más". Tras participar en la Fira B! de les Illes Balears, el Mercat de Música Viva de Vic o la Fira Mediterrània de Manresa, el Institut Valencià de Cultura planea su aterrizaje en Bogotá, Francia, Holanda o Róterdam.
Así pues, de la mano de las asociaciones y dentro de la Valencian Music Office se ha generado un directorio de empresas que se puede consultar y ampliar en cualquier momento, que ayuda a visibilizar de mejor manera la música valenciana. También asegura Landete que en breves se elaborará el primer anuario valenciano, para ayudar a tomar decisiones en torno a ayudas o internacionalización. "Tenemos buenas sensaciones pero es cierto que no tenemos datos objetivos", reconocía la directora adjunta, que concluía: "Crear una percepción positiva de la música valenciana es cuestión de tiempo. Tenemos la inmensa suerte de que los grupos que hemos llevado a ferias han gustado mucho, pero es muy importante ser constantes. Y eso es tiempo, aunque sabemos que también dinero".