CASTELLÓ. Más de 500 personas se concentraron este viernes ante el local del PSPV-PSOE en Carcaixent durante la primera protesta de rechazo a la amnistía en Castelló. La convocatoria del streamer Kevin Pérez se desarrolló con algunos incidentes al final pese al fuerte dispositivo de seguridad. La Policía Nacional blindó literalmente la calle, cortando ambas entradas y situando vallas de protección en la sede, lo que no impidió los altercados de un grupo minoritario de encaperuzados.
Durante la manifestación, se proclamaron insultos racistas y numerosas afrentas hacia el presidente del Gobierno, los socialistas o Carles Puigdemont. Incluso, el Partido Popular, que no secundó la convocatoria, formó parte del amplio repertorio de cánticos. "¡Dónde están, no se ven, los niñatos del PP¡" se escuchó en varias ocasiones, aunque en menor medida que otros mensajes, como "¡Pedro Sánchez, a prisión¡"; "¡Que te vote Txapote¡"; "¡Sánchez, indecente, vete con tu gente¡"; "¡Pedro Sánchez, hijo de puta!"; "¡Felipe, masón, protege tu nación!, "¡Protegéis a los moros!"; "¡España, cristiana, no musulmana!"; "¡España no se vende, España se defiende¡"; "¡Golpistas, terroristas¡"; "¡No nos engañan, Castellón es España¡" o "¡Puigdemont, a prisión¡".
A lo largo de la protesta, varios colectivos extremistas se mostraron activos y trataron de causar pequeñas trifulcas ante la reprobación de la gran mayoría de los presentes, que condenaron su actitud y el "¡Cara al sol!". Banderas y distintivos de Hacer Nación, España 2000, Democracia Nación o Revuelta resultaron visibles en primera línea.
De hecho, al final de la concentración, la Policía Nacional tomó posiciones para evitar que las provocaciones llegaran a más y derivaran en cargas. Un grupo de 20 encapuchados, después de quemar un retrato de Pedro Sánchez, se encararon con los medios de comunicación y dispararon petardos. Posteriormente, se dispersaron calle Carcaixent abajo e intentaron prender fuego a un par de contenedores, pero la cosa no fue a más. Bien es cierto que hubo dos arrestados.
A excepción de Vox, ninguna formación política acudió a la protesta. El partido de extrema derecha "se desmarcó de los ultras", según el edil Alberto Vidal, y siempre permaneció en un segundo plano. Además de los concejales del grupo municipal Antonio Ortolá, el citado Vidal y Arantxa Miralles, se dejaron ver la dirigente provincial y presidenta de Les Corts, Llanos Massó; y el diputado nacional, Alberto Asarta.
El parlamentario señaló que "nuestra presencia es para apoyar y denunciar todas las barbaridades del aprendiz de dictador [Pedro Sánchez]. Como españoles, estamos en contra de lo que está haciendo. Nos encontrará en la calle. En todas las manifestaciones que se convoquen".
Pérez, impulsor de la protesta, leyó un manifiesto y pidió a la sociedad "desobediencia civil" porque "Sánchez se está cargando la Constitución, trayendo a los golpistas a España. Castellón tiene que despertar y movilizarse", agregó para advertir que prevé más llamadas a la "movilización pacífica" en las próximas semanas.