La refinería 'salva' el año en PortCastelló, que mira al futuro preocupado por el azulejo

CASTELLÓ. El puerto de Castellón cerró 2022 como el tercero de su historia con más tráfico, con prácticamente 21 millones de toneladas. La caída es de apenas un 1,3% respecto a 2021 (el año del récord y junto a 2018 el único en que el recinto ha logrado superar la barrera de los 21 millones de toneladas). Pero las sensaciones no son, para nada, buenas en los muelles del Grau. 

Aunque en diciembre el descenso de la actividad portuaria fue el menor del último cuatrimestre (desde que arrancó septiembre las cifras han ido en negativo con un 17, 19, 27 -el peor dato, en noviembre- y 14% menos debido al excelente final de 2021), la caída más suave se debe, fundamentalmente, al tirón que experimentaron los graneles líquidos -sobre todo debido a la refinería-, que superaron las 950.000 toneladas en el último mes del año, con lo que supusieron prácticamente 2/3 del total del volumen de PortCastelló en diciembre. 

Desplome de la mercancía general

Este tipo de tráfico tiene poca repercusión en la actividad portuaria. Por el contrario, los que más reflejo tienen en el volumen de trabajo han descendido de manera significativa. En el acumulado del año lo han hecho los graneles sólidos, pese a su buen inicio de 2022, y especialmente la mercancía general, muy vinculada a la exportación de azulejos y baldosas, que ha caído casi un 22% hasta situarse por debajo del millón y medio de toneladas. 

De ahí que el presidente de la Autoridad Portuaria de Castellón, Rafa Simó, se haya mostrado "prudente" respecto al futuro debido a la tendencia a la baja del tráfico portuario. Aunque no es algo nuevo (ya lo advirtieron Simó y el director de PortCastelló, José María Gómez, en septiembre) la afección de la crisis del azulejo ha provocado ya un frenazo claramente perceptible en la actividad de los muelles. 

El feldespato funciona mejor que la arcilla

En el segmento cerámico, es significativo que el feldespato haya funcionado sensiblemente mejor que la arcilla, en este casó debido a la clausura casi total del principal mercado emisor, Ucrania. El primero cerró 2022 con 3,8 millones de toneladas y la segunda con 1,7 millones.

Con todo ello, los graneles líquidos incrementan su posición de predominio en la distribución porcentual de los tráficos castellonenses, después de que en los últimos años los sólidos hayan amenazado su reinado. Eso sí, el peso es muy diferente al de hace unos años e incluso al de antes de la pandemia, desde cuando los graneles líquidos han perdido peso y los sólidos lo han ganado.