CASTELLÓ. La Universitat Jaume I acaba de sacar a concurso el contrato que permitirá completar la facultad de Ciencias de la Salud. Se trata de la obra de adecuación interior de las aulas y laboratorios docentes de la segunda fase, los edificios MD2 y MI2, que ha licitado por 9,5 millones de euros, IVA incluido.
La universidad castellonense ha publicado el concurso haciendo gala de una precisión matemática, dado que, hace ahora justo un año, licitó el contrato previo, que atañe a la cubierta exterior del segundo edificio, en unas obras que están actualmente en marcha. Y el primero de los contratos, el de la cimentación y estructura del mismo, también lo publicó en diciembre, en este caso de 2018.
El contrato actual es el más importante de los tres de la segunda fase de la facultad y se divide en tres lotes. El primero comprende la obra civil y tiene una inversión estimada de 4 millones de euros. El segundo se refiere a las instalaciones eléctricas, con prácticamente 1,9 millones de dotación. Y el tercero corresponde a las instalaciones hidráulicas y la climatización del inmueble, con 3,6 millones de euros.
Para acometer los tres en su conjunto, las empresas pueden presentar oferta por separado, pero deberán coordinarse para completar los trabajos en los 14 meses de plazo que aparecen en los pliegos. Con ello, la obra debería estar acabada para la apertura del curso 2022/2023. No en vano, la apertura del último sobre, el de la propuesta económica, está prevista para el próximo 29 de enero.
Para cumplir este objetivo del inicio de curso, los dirigentes universitarios han dado una gran importancia en la consideración del programa de obras. Y es que, a la hora de valorar las propuestas, y aunque el criterio económico es el más importante (con el 45% del total de la puntuación), la compañía que presente un mejor "estudio pormenorizado por capítulos de obra que asegure su ejecución dentro de los plazos previstos" se hará con un 40% de los puntos, según consta en el anuncio de licitación.
Dado que este último contrato atañe a varias actividades diferenciadas, lo más normal sería que fueran varias las empresas adjudicatarias. Esto abriría el abanico, ya que, hasta ahora, tan solo Becsa se ha beneficiado del último gran proyecto de la UJI, ya que se ha encargado de la materialización de la primera fase y de la segunda.
Una vez concluyan estos trabajos, la UJI podrá trasladar las aulas y laboratorios docentes que aún están ubicados en la ampliación de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, que funciona como sede provisional, así como los despachos de profesores y laboratorios de investigación de Psicología, también en la misma facultad.