CASTELLÓ. La okupación de varias viviendas en el edificio de Almassora que compró la Sareb en 2019 añade dificultad a la resolución del conflicto. Tal y como avanzó este diario, un grupo de inquilinos del edificio denunció amenazas por parte del denominado banco malo para abandonar sus viviendas tras quebrar la promotora y adquirir la Sareb la finca. Del mismo modo, algunos de estos vecinos denunciaron también haber sido estafados por la promotora, con la que firmaron contratos de alquiler entre 2013 y 2019 sin ningún tipo de valor legal ya que, tal y como recoge una sentencia a la que ha tenido acceso Castellón Plaza, no fueron inscritos en el Registro de la Propiedad.
Ahora, fuentes conocedoras de la situación que se vive en dicho inmueble aseguran que muchas de las viviendas de esa finca (en su mayoría vacías) están siendo okupadas por personas "que se aprovechan de la situación del edificio y que no pagan alquiler, ni comunicad, ni gastos". "La finca está destrozada y sucia, el ascensor está roto, muchas puertas también lo están y hasta quemaron una vivienda", denuncian estas mismas fuentes.
Por su parte, el representante de los inquilinos afectados (en su mayoría personas extranjeras en situación de vulnerabilidad) corrobora que en el edificio de la calle Santo Cristo de Almassora "hay alrededor de 28 viviendas" y que muchas de ellas "están okupadas de forma ilegal".
Esta situación complica todavía más la posibilidad de alcanzar un acuerdo con la Sareb a fin de encontrar una solución para los inquilinos originales y legítimos, que denunciaron haber sido estafados y que aspiran a llegar a un acuerdo con la entidad financiera para firmar nuevos contratos de alquiler. Además, también esperan una resolución positiva algunos propietarios, que se han visto obligados a abandonar la finca por la okupación de muchas de las casas, con el consiguiente perjuicio económico y moral.
Y es que la sentencia del Juzgado de Primera Instancia nº6 de Castellón dicta que estos inquilinos podían continuar viviendo en sus casas hasta finales del pasado mes de junio, pero que en esa fecha debían abandonar las mismas si no alcanzaban un acuerdo con la Sareb. En su comunicado, una parte de los vecinos afectados afirman que el banco malo ha hecho caso omiso a sus propuestas, aunque algunos propietarios denuncian que son varios los que no tienen intención alguna de pagar los alquileres ni los gastos de comunidad.
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