CASTELLÓ. Los partidos políticos de Castelló hacen cuentas para cerrar sus listas municipales. A medida que avanza el calendario, el margen de maniobra se reduce, aunque todavía quedan varias semanas para que las formaciones más rezagadas, como Vox o Ciudadanos, completen sus equipos. En el almanaque, aparece marcado en rojo una fecha clave: el 24 de abril. A partir de esa día ya no se podrán inscribir candidaturas ante la Junta Electoral Central.
El calendario del 28M viene regulado por la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (Loreg). Los artículos 44, 45 y 46 estipulan la data límite para presentar las candidaturas, esto es, "entre el decimoquinto y el vigésimo día posterior a la convocatoria electoral", prevista para el 3 de abril.
Esto significa que el plazo para formalizar las listas empezará el 19 de abril y finalizará ese 24 de abril a las 23:59 horas. Dos días más tarde, el 26, la junta informará sobre posibles irregularidades, lo que se traducirá en la apertura de un periodo de impugnación que se extenderá durante 48 horas. La Loreg establece que será el 2 de mayo cuando se validarán las candidaturas.
La precampaña para los partidos arrancará de manera oficial el 3 de abril y concluirá el 11 de mayo. Del 12 al 26 del mismo mes se celebrará la campaña electoral y el 27 tendrá lugar la jornada de reflexión, antes de la votación del 28 de mayo.
A poco más de dos semanas para que se abra el periodo de presentación de listas, solo el PSPV, de los seis grupos con representación en el Ayuntamiento, ha hecho de verdad los deberes. Al menos, de puertas afuera. Este mismo domingo su candidata, Amparo Marco, presenta el equipo de 30 integrantes, entre los 27 titulares (número de concejales de la corporación) y los tres suplentes, con los que concurrirá a los comicios. El Partido Socialista (Ferraz) oficializó la candidatura de la alcaldesa el pasado 18 de marzo tras la celebración de la Ejecutiva Federal.
Compromís es otra de las fuerzas políticas que tiene muy avanzada su lista municipal. A falta de definir la incorporación de los últimos independientes para captar especialmente al votante de Podem, el alcaldable, Ignasi Garcia, ya sabe la práctica totalidad de los candidatos que le acompañarán en la papeleta. En realidad, lo sabe desde hace meses, cuando a principios de noviembre la asamblea de la agrupación local le ratificó como número uno, aprobando además los 10 primeros puestos. Recientemente se ha sumado al proyecto de la coalición valencianista el presidente de la Gestora de Gaiates, José Antonio Lleó.
También el PP ha dado un impulso a la candidatura de su alcaldable, Begoña Carrasco, en las últimas semanas. Este viernes anunció el fichaje del último independiente, el presidente de Coasveca, Paco Cabañero, que se une al refuerzo de Noelia Selma, expresidenta de la Junta de Festes. A esos nombres hay que sumar a los cinco concejales que repetirán: Sergio Toledo, Susana Fabregat, Juan Carlos Redondo, Vicent Sales y María España.
Cs, Vox y Podem-EU son los que tendrán que correr durante estos 15 días para perfilar sus candidaturas, especialmente la confluencia. Del partido liberal solo ha trascendido que Eduardo del Pozo asume el desafío, como alcaldable, de retener al menos un edil de los cuatro obtenidos en las elecciones de 2019. La formación de extremaderecha apuesta por Antonio Ortolá como referente y todo apunta a que su actual portavoz, Luciano Ferrer, será el número dos. No obstante, dependerá de la decisión final de Madrid.
Más complicada está la situación en la convergencia. Podem y EU siguen sin pactar para reeditar su alianza pese a la voluntad e interés por concurrir juntos al 28M. Las diferencias sobre cuál de las dos candidatas (Marisol Barceló y Silvia Peris) debe liderar la lista y el reparto del resto de puestos dificultan el acuerdo.
Los resultados electorales en el siglo XXI en los distintos barrios de la capital de la Plana muestran el declive del bipartidismo y cómo el PSPV-PSOE forjó su victoria de 2019 apoyándose en su fuerte crecimiento en los populosos barrios de la periferia, mientras el PP solo mantenía la hegemonía en el céntrico Distrito 1