CASTELLÓ. El Grupo Municipal Socialista de Castelló se ha sumado al vecindario de San Félix en su protesta por la desaparición del carril bici tras las obras de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Como ya advirtieron los socialistas, la reorientación del proyecto redactado en la anterior legislatura por el Acord del Fadrell ha supuesto la pérdida de espacios reservados para las bicicletas, un hecho criticado por usuarios del tramo de la ciudad más transitado por ciclistas.
Así, la capital de La Plana se ha despertado esta semana con una acción ciudadana reivindicativa de esa vía para bicicletas. Usuarios anónimos han pintado de nuevo el trazado del carril sobre el asfalto abierto al tráfico hace menos de un mes. Pese a que el equipo de gobierno PP-Vox ha negado en reiteradas ocasiones la eliminación del tramo que desemboca en la plaza Clavé, los propios ciclistas han pintado el antiguo carril para defender su espacio protegido del resto de usuarios de la vía.
El concejal socialista Jorge Ribes ha lamentado con este ejemplo que el bipartito de derechas vuelva imponer las políticas más arcaicas de movilidad. “Son los propios ciclistas quienes han tenido que salir a la calle a defender un espacio que la mayoría ya teníamos asumido que era suyo”, según Ribes. En la misma línea ha considerado que es “imposible avanzar hacia la ciudad del futuro si la concepción del tránsito que aplica el equipo de gobierno es más propia del siglo pasado”.
Así, ha mostrado la hipocresía de la alcaldesa, Begoña Carrasco, al vanagloriarse de que Castelló es la tercera ciudad de España con más kilómetros de carril bici en proporción a su número de habitantes, “un hito logrado gracias a nuestra apuesta decidida por esta ordenación urbana”, mientras su gobierno suprime los carriles que ya funcionan.
El ejecutivo local ha incumplido los plazos de las obras con meses de retraso sobre las fechas previstas y ha rehecho un proyecto que vende como sostenible cuando, en realidad, supone un recorte de espacios para bicicletas frente al tráfico rodado y las plazas de aparcamiento. “Entendemos el enfado del vecindario, que ha comprobado de primera mano que donde había carril bici ya no lo hay, en una calle con anchura de más de 10,70 metros”, según las mismas fuentes.
Para el Grupo Municipal Socialista de Castelló esta circunstancia está en consonancia con el proyecto de un concejal de Movilidad más preocupado por los vehículos particulares y por esquivar el pago de sus propias multas de tráfico que por los retos ambientales de su ciudad.