CASTELLÓ. Los partidos políticos de Castelló aceleran su trabajo de fontanería para perfilar las candidaturas con vistas a los comicios locales de mayo de 2023. Los cafés improvisados y las charlas internas se suceden cada vez más a medida que avanza el calendario. Después de la inactividad parlamentaria de agosto, septiembre supone un punto de inflexión para sacar de los cajones los apuntes y repasar aquellas alternativas que se barajaron antes de las vacaciones. También permite valorar perfiles surgidos en estas semanas como consecuencia de conversaciones a pie de calle. Incluso, anima a mirar al grupo municipal con el que se comparte bancada en el Ayuntamiento.
En este contexto de baile de nombres, Vox abre las puertas a otras fuerzas. En concreto, a Ciudadanos, que cuenta con tres concejales en el consistorio: Vicente Vidal (portavoz), Esteban Ventura (adjunto) y Mari Cielo Leirós. Aunque no habido ningún ofrecimiento formal, fuentes del partido que se define así mismo como "constitucionalista" señalan que "estamos abiertos a integrar a todo aquel que quiera venir con nosotros". Es más, admiten que, en tono informal, sí se ha llegado a hablar con algunos de los ediles naranjas a fin de conocer sus planes de futuro.
Ese tanteo no ha ido a más, entre otras cuestiones porque cuando se produjo todavía quedaba más de año y medio para las elecciones. Sin embargo, ahora, con apenas 9 meses por delante, los acontecimientos se pueden precipitar antes de acabar 2022. De hecho, existen dos condiciones que resultan determinantes. La dirección nacional de la fuerza que lidera Santiago Abascal pretende proclamar las listas en Navidad (al menos, de las capitales de provincia). Por otro lado, para formar parte de una candidatura se exige una antigüedad mínima como militante de seis meses, un requisito imposible de cumplir a partir de enero. Esto significa que, en el caso de que alguno de los regidores decidiera dar un paso al frente, tendría que abandonar Cs, lo que implicaría pasar al grupo de no adscritos (como hizo su excompañera Paula Archelós), salvo que renunciara al acta de concejal.
En Ciudadanos Castelló, surgen muchas incógnitas sobre la confección de su lista municipal. Como ya publicó Castellón Plaza, la agrupación local contabiliza en la actualidad alrededor de 30 afiliados, una cantidad muy justa en vista de que la corporación se compone de 27 regidores, a los que hay que sumar tres suplentes. Además, el alcaldable sigue sin concretarse con dos posibles opciones, el actual portavoz del grupo y el diputado autonómico Eduardo del Pozo, al que las bases eligieron como su candidato en la asamblea ordinaria de junio.
A pesar de que la secretaría de Organización de Cs se había propuesto encarrilar la designación del cabeza de cartel antes del pasado viernes, las conversaciones apenas han ayudado a despejar la duda. Al contrario. Todo hace indicar que aún transcurrirán varias semanas hasta que se aclare la interrogante, ya que tanto uno como otro tienen en estos momentos otras prioridades.
En los comicios de 2019, el partido liberal obtuvo el segundo mejor resultado de su historia en la capital de la Plana. El éxito hubiese sido mayor de no haberse producido un enfrentamiento directo entre el que acabó siendo portavoz, Alejandro Marín-Buck, y el candidato que avaló la cúpula regional hasta el cierre de presentación de las listas ante la Junta Electoral, Jesús Merino.
Con 10.345 sufragios (12.004 en 2015), Ciudadanos se quedó a las puertas de mantener los cinco concejales que ostentaba desde la anterior legislatura. Al final, el voto por correo permitió al PSPV, socio principal del gobierno municipal, sumar su décimo edil y asegurar la mayoría absoluta con Compromís (tres munícipes) y Podem-EUPV (dos). Vox, en su primera cita plebiscitaria, recibió el respaldo de 4.704 electores, lo que le valió un regidor, Luciano Ferrer.
Para las elecciones de 2023, las expectativas son completamente diferentes. La formación naranja maneja un escenario de al menos un representante (dos en el mejor de los casos), mientras que la fuerza de Abascal aspira a adquirir un papel relevante a la hora de desequilibrar la balanza respecto a la alcaldía.