CASTELLÓ. El Grupo Ortiz ya tiene definido el calendario de trabajo para recuperar el emblemático edificio de Borrull de Castelló, cuya ejecución se prolongará por espacio de 22 meses, con un presupuesto de 14,5 millones de euros. La adjudicataria del proyecto comenzará la reforma con la demolición de parte de la estructura interior y forjados, que acometerá en orden descendente. Ante la envergadura de la obra civil, dispondrá de una grúa-torre en la zona central, que facilitará la eliminación de los elementos atirantados una vez suprimidas las tensiones que inciden sobre ellos.
Según las previsiones tanto de la compañía madrileña como de la Conselleria de Hacienda, entidad adjudicadora, la actuación arrancará a finales de mayo, en el mejor de los casos, después de haber suscrito ambas partes el contrato administrativo el pasado 22 de abril. Como último requisito, quedará la firma del acta de comprobación de replanteo, que no es más que un acto jurídico en el que se acredita la disponibilidad de los terrenos.
Entre las cláusulas del documento vinculante, al margen de figurar la financiación plurianual, destaca el plazo de garantía de un año a cargo de la concesionaria, contando desde la recepción de la obra civil aunque, en realidad, alcanza los 24 meses, de acuerdo con la oferta presentada por la propia multinacional, que participó en la licitación como Unión Temporal de Empresas. A su marca insignia sumó la firma Condisa, su división especializada para la rehabilitación de inmuebles históricos. Algunas de sus restauraciones más sonadas son el edifico España y el Windsor de Madrid.
El proyecto de rehabilitación recoge, como otras singularidades, la creación de un gran patio central en su interior y la necesidad de aumentar la altura libre de la planta de acceso para volver a ejecutarla a una cota que permita su uso como oficinas. Otros aspectos reseñables se refieren a las nuevas fachadas. La base del cerramiento se resolverá mediante placas de cemento yeso tipo Aquapanel fijadas a los forjados. Sobre ellas y mediante perfilería, se sustentará la piel exterior de cerámica, según explica el Grupo Ortiz en su página web, que este jueves eliminó una vez que Castellón Plaza se hizo eco de su publicación.
En los frontis orientados a la plaza del Juez Borrull, al oeste y al este se colocarán un sistema de lamas con estructura metálica forrada de gres sinterizado. El material cerámico que revestirá el edificio procederá de azulejeras instaladas en la provincia de Castelló.
La existencia del atrio central no solo proporcionará iluminación natural a las dependencias interiores, sino que también resolverá el acceso a los espacios de trabajo. El bloque se convertirá en la nueva sede de los servicios sociales en Castelló y se caracterizará por su funcionalidad. No en vano, presentará dos áreas específicas: la denominada zona A, que albergará distintos negociados del Ayuntamiento de Castelló relacionados con la atención ciudadana; y la zona B, donde se ubicarán los departamentos municipales y autonómicos de igualdad y políticas inclusivas.
El edificio de Borrull ocupa una superficie de 12.455,30 metros y posee cinco alturas, así como planta baja, sótano y semisótano. Propiedad de la Generalitat Valenciana desde su construcción en 1970, siempre ha tenido uso administrativo. En concreto, para albergar los antiguos juzgados, hasta en 2006 se produjo el traslado a la nueva Ciudad de la Justicia en el PAU Gumbau. A partir de ese momento, permaneció en desuso.