CASTELLÓ. La provincia de Castellón aumenta su potencial de espacios naturales con las ocho nuevas microrreservas de flora que ha declarado la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica. El Barranc de l'Assut (Eslida), Mas Riu d'en Bosch (Benassal), Mola d'Ares D (Ares del Maestrat), La Moreria (les Coves de Vinromà), Ombria del Mas de la Vall C (Ares del Maestrat), Platja del Serradal (Castelló de la Plana), Tancat de la Torre (Morella) y Umbría del Villar (Algimia de Almonacid) son los enclaves que a partir de ahora tendrán una protección especial.
Las microrreservas de flora son zonas de menos de 20 hectáreas que son así declaradas a propuesta de la Conselleria de Medio Ambiente o de los dueños del terreno. La finalidad de esta denominación, que fue creada en 1994, es dotar de mayor protección y favorecer la conservación de comunidades vegetales que tienen un alto valor científico por ser flora extraña, endémica o amenazada. Dentro de las amplias categorías de figuras de protección natural existentes en España, las microrreservas se encuentran en los peldaños inferiores.
Los nuevos espacios reconocidos en Castellón suman 59,37 hectáreas, siendo la Mola d'Ares D la que cuenta con una mayor extensión (17,23 Ha). Cinco de los nuevos enclaves protegidos son de propiedad privada, mientras que la Mola d'Ares D pertenece al Ayuntamiento de Ares del Maestrat y la Playa del Serradal es de dominio público marítimo terrestre. Los propietarios de algunos de estos terrenos recibieron subvenciones para ayudar a su adecuada conservación durante los años 1997, 2007 y 2008.
Con las ocho nuevas microrreservas, Castellón cuenta con 83 zonas con esta categoría. A lo largo de la Comunitat son más de 300 lugares de este tipo que cubren una superficie que supera las 2.300 hectáreas.
Tras su catalogación, que ha recogido el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana, a partir de ahora la Dirección Territorial de Castellón de Medio Natural será la que se encargue de su gestión. Entre las actuaciones previstas se incluyen la instalación de un cartel informativo, el seguimiento de las poblaciones de las especies o la recolección periódica de semillas.
La gestión también establece una serie de prohibiciones dentro de las microrreservas, como la de no salirse de las sendas o caminos, la recolección de hongos, la escalada o el aprovechamiento maderero. Eso si, en su interior no se limitará ni prohibirá la caza, ya que lo que se protege son las especies vegetales.
Algunas de las especies vegetales endémicas -es decir, que solo es posible encontrarlas en las zonas en que se ubican las microrreservas- que ahora se protegen son los arconocales espadánicos, los pinares negrales, los carrascales, los lapiáceos calcáreos, las zonas subestépicas de gramíneas o los encinares.
Destaca la nueva microrreserva de flora de la Playa del Serradal de Castelló, la única que se encuentra en el litoral y que se ha incluido a petición del consistorio de la capital de la Plana debido a que es el único sistema dunar natural de su término municipal. Esta particularidad hace que se prevean acciones diferentes a la del resto de microrreservas, como la instalación de vallados que aíslen las zonas de dunas de los pasillos de acceso al mar o la eliminación de especies exóticas invasoras.
La Comunitat Valenciana fue pionera en materia de microrreservas al ser la primera que creó esta figura de protección en 1994. El decreto valenciano sirvió de inspiración para otras normas aprobadas en España e incluso en otros países europeos.
Los trabajos para la creación de esta figura jurídica se iniciaron a principios de los años 90, cuando se planteó por primera vez en el Servicio de Biodiversidad de la Generalitat Valenciana la conveniencia de establecer una figura de protección de la flora silvestre. En ese momento, se propuso a equipos de investigación de la Universitat de València y la Universitat Politècnica, que habían estudiado la singularidad de la flora valenciana, realizar un listado con 150 lugares destacables por su contenido botánico.
La Generalitat facilita la información de las más de 300 microrreservas de la Comunitat en un mapa interactivo.