Masha Wysocka, Mauro Fontana y Selen Botto, han sido seleccionados en el programa de residencias fotográficas Co-net Photo Res para desarrollar una perspectiva crítica del territorio. A partir de aquí Castelló se convierte en una hoja en blanco para que los creadores hagan su propia relectura de la ciudad
CASTELLÓ. ¿Qué tiene Castelló que ofrecer a la fotografía? ¿Queda algo por capturar en ella? Es la "periferia de la periferia", dicen. Y una ciudad con "poco encanto". ¿Pero y si hubiera otra manera de mirarla y, por lo tanto, de fotografiarla? ¿Y si dependiera única y exclusivamente de nosotros y de nuestra manera de imaginar y crear? Estos interrogantes vertebran los proyectos de Masha Wysocka, Mauro Fontana y Selen Botto, quienes han sido seleccionados para participar en el proyecto de residencias fotográficas Co-net Photo Res. La iniciativa, que ya va por su tercera edición, se plantea como un espacio desde donde los artistas deben cuestionar sus propios límites. Lo harán para desarrollar trabajos de investigación que doten de una perspectiva crítica al territorio. Un territorio que no siempre es como lo vemos. Ni como lo concebimos.
"Castelló es una ciudad con mucha menos historia cultural que otros grandes lugares como París o Londres, pero eso es interesante, porque la ciudad sirve como tabla rasa para hacer muchas iniciativas nuevas", asegura Wysocha. La artista, procedente de Bélgica, trabaja en un proyecto que se llama Fata Morgana y que hace referencia, según explica, a un espejismo. "Mi trabajo es como ese efecto que se produce en el mar, en el que puedes ver castillos imaginarios por la diferencia de temperatura. Yo lo que pretendo es crear una nueva narrativa sobre la ciudad de Castelló. Una relectura que hago a través de imágenes acompañadas de texto".
A base de pasear por las calles de la ciudad, de hablar con los vecinos y de conocer sus historias, la fotógrafa gesta un trabajo con el que la gente podrá ver su ciudad de una manera diferente. Lo hace a partir de capturar objetos o momentos muy cotidianos que, en su mayoría, pasan desapercibidos. Pero desde su mirada y el frame de la fotografía le dan un sentido añadido. Esto se completa además con un texto que, acompañado a la imagen, genera una historia completamente surrealista o mágica. ¿Imaginan ver a Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa en el Museu de Belles Arts de Castelló? Dos amigos y una esquina. La artista lo fantaseó.
No son las aguas del Mediterráneo para nada cristalinas. Lo puede parecer de lejos, por el transparente de su agua, pero lo cierto es que son plásticos. Según un informe de WWF, solo en España se arrojan al día 126 toneladas, colocándose como el segundo país que más plásticos vierte al mar, solo por detrás de Turquía. Pero lo más grave es que por su naturaleza, el agua del Mediterráneo no puede renovarse a la velocidad que otros océanos, por lo que toda esta basura no puede desaparecer de ahí hasta pasado un largo tiempo. De mientras, el plástico convive con nosotros, al igual que nosotros con él.
Este es el punto de partida de Do you sea?, trabajo de la artista italiana, ahora residente en València, Selen Botto. "Para mi investigación estoy haciendo una búsqueda de los residuos que hay en las aguas del Mediterráneo. Los colecciono y después hago fotografías de lo que acontece en la playa de normal, en su día a día. Retrato a personas haciendo deporte, bañándose, tomando el sol... Para posteriormente juntar todos esos elementos", explica la creadora. Lo atractivo de su propuesta es que coloca todos estos plásticos en un primer plano sobre las fotografías, ocultando para ello los rostros humanos y convirtiendo los residuos en el único foco de atención.
"He estado en playas más urbanas como la del Grau de Castelló, que están bastante contaminadas. Pero lo absurdo y sorprende es que también he ido a la ruta Torre la Sal, donde empieza un parque natural y es donde más residuos he recogido. También fui a la Serra d'Irta en Alcossebre, y aparentemente está mejor", señala Botto, quien completa su investigación con un bodegón formado por los desechos y elementos de la naturaleza que ha ido encontrando en sus búsquedas. "Mi intención es que tenga una apariencia bonita, que te guste tanto como para colgártelo en tu casa, aunque es un engaño, porque realmente en él no hay nada bonito, es más bien una tragedia lo que ocurre en el mar".
En su caso, el arquitecto italiano Mauro Fontana, ha querido utilizar la fotografía para investigar sobre el territorio, la ciudad y el paisaje. Así como la relación que se origina entre esos tres elementos. ¿Y qué es lo que el fotógrafo ha encontrado? "Una zona de Castelló que está entre el campo y la ciudad". Sin saberse muy bien cómo catalogar. "En el noreste hay unas urbanizaciones que no tienen esa imagen rural que hay en algunas zonas de las ciudades, pero tampoco tienen las mismas características que puede haber en el centro. Son como señales de la ruralidad que se ha conservado en la zona. Sin llegar a ser ahora una cosa u otra", cuenta el profesional.
Los artistas completarán su residencia este sábado 19, a las 12:30h, con una charla en el Menador de Castelló. La cita, enmarcada dentro de la programación del festival Imaginaria, correrá a cargo además de sus organizadores Carlos Sebastiá y Agustín Serisuelo. El objetivo del encuentro: hablar de la situación de vulnerabilidad constante en la que se encuentra la investigación en arte. Son pocas las instituciones públicas que invierten en el estudio del arte contemporáneo, ni muchas más las que impulsan residencias. Aunque en su caso, Co-net Photo Res cuenta con el patrocinio de Imaginaria, la UJI, el Menador y el Consorci de Museus, la situación del sector es alarmante.
"Es importante continuar haciendo actos culturales. La gente piensa que hay que parar, pero no puede pararse todo. Hay que seguir. La cultura ayuda a reflexionar, a escaparse del día a día para mirar y ver las cosas que han sucedido en el pasado. Nosotros estamos contentos de que surjan estos proyectos porque en muchas residencias has de pagar por participar o incluso por residir en ella. Es importante que las condiciones sean buenas, porque sin esa ayuda casi nadie tiene tiempo para investigar", resume Wysocha. Igualmente, Co-net Photo Res, selecciona uno de los trabajos desarrollados para que se exponga al año siguiente en el festival de fotografía Imaginaria. Así se hará este 2020 con Eduardo Valderrey, quien expondrá su proyecto Suburbiador, con el que el artista se cuestiona los cambios estructurales que ha vivido durante las últimas décadas la costa valenciana.