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forman una asociación en la ciudad

Los artistas cerámicos de Castelló crean su búnker para la creación colectiva

27/06/2021 - 

CASTELLÓ. La sensación que recorre últimamente Castelló es de estar viviéndose una transición. Sus artistas, generalmente jóvenes y recién salidos de ciclos formativos, están tomando la ciudad para cambiarla. Desean transformarla y lo están haciendo prácticamente solos, porque solo así se ven capaces de generar el tipo de ciudad que quieren y necesitan para trabajar, también para crecer. 

En el nº21 de la Avenida Hermanos Bous llevan instalados desde hace dos años catorce artistas cerámicos, todos alumnos o exalumnos de la Escola d’Art i Superior de Disseny de Castelló (EASD), quienes han decidido crear una asociación y, como consecuencia, un espacio de trabajo comunitario. Se trata de un taller con los elementos indispensables para la creación cerámica. Pero Matèria Col·lectiva, como llaman a esta red, viene a significar mucho más. "Este espacio surge porque entre la escuela y el mundo laboral no hay nada. Es un auténtico frenazo. Necesitábamos un lugar donde continuar con nuestra formación y no encontrábamos mejor manera que alquilar un sitio entre todos". 

Matèria Col·lectiva nace ante un vacío muy claro: no existen espacios públicos donde poder desarrollarse tras los años de formación. Es la principal traba que encuentran los artistas cerámicos al terminar sus estudios. Y es que así como otras artes pueden desarrollarse de manera individual e independiente desde casi cualquier parte, en su caso, necesitan hornos y materiales muy costosos. "No es la cerámica un trabajo que puedas hacer desde casa. Si dibujas puedes apañártelas en tu pequeño estudio, pero la cerámica es mucho más engorrosa, los procesos son más largos y necesitas un lugar en el que hacer la cocción o los esmaltes", explican.

Así, tras pegar un primer vistazo a espacios públicos y no encontrar nada, esta familia de artistas decidió abrirse camino alquilando un local que, de manera casi poética, se ubica a pocos minutos de la EASD, pero también del Museo de Bellas Artes y del Espacio de Arte Contemporáneo de Castelló. "Nos encantaría que en un futuro la ciudad pudiera tener un barrio de ceramistas", ambicionan. 

Foto: Antonio Pradas

Mientras tanto, la realidad es otra. El alquiler lo sufragan con la cuota mensual que pagan para la asociación. "Cada miembro tiene su llave y tiene la libertad de venir cuando quiera. Eso sí, para asociarte tienes que tener un mínimo de conocimientos en cerámica -como saber poner un horno- para poder manejarte de manera autónoma", explican desde la asociación. 

Los artistas dejan claro, por si no lo estaba, que invierten prácticamente todo su tiempo en la cerámica, porque el resto de horas las dedican a otros trabajos. Por eso, reclaman más apoyo de las administraciones. "Lo que hacemos sirve como ejemplo de que si tu le das un espacio a la gente, la gente va a estar trabajando y creando y va a poder mejorarse como artista. Hay mucho material que no se está utilizando, perdido en desvanes, cuando si lo sacas y lo pones en un sitio público, la gente va a ir a intervenirlo y a crecer. La administración debería facilitar estos sitios no solo para que los artistas sigan adelante después de sus estudios, sino para que incluso paralelamente a ellos puedan aprender más. 

Le llega a Matèria Col·lectiva mucha gente interesada en formarse, pero no cumple el espacio con las condiciones exigidas para servir como aula. Eso sí, el espacio está abierto a recibir la visita de alumnos de la EASD que tengan las mismas necesidades que tuvieron ellos en su día. Además, los ceramistas sí mantienen el contacto con su antigua escuela y es más, esta les ha cedido maquinaria.

Fotos: Antonio Pradas

Visibilizar la vertiente más artística de la cerámica

Con todo,  si hay algo evidente en todo esto es que la asociación tiene el ojo puesto en la experimentación. Una prioridad que queda clara desde el primer momento en el que pisas este búnker de creación. El espacio comunitario les sirve, sin lugar a duda, para retroalimentar las ganas de crear y de explorar nuevas técnicas, para algunos desconocidas. 

Todo surgió, de hecho, porque hace un par de años algunos miembros de la asociación hicieron un curso de cerámica funcional. Les encantó, pero se quedaron con ganas de más, así que decidieron emprender este proyecto que nace con el claro deseo de no dejar de mejorar. "Con la cerámica pasa una cosa, por mucho que la estudies, es muy amplia. Siempre necesitas más y más y cuando conoces a gente con los mismos intereses, te sirve para avanzar más rápido. Por ejemplo, aquí hay compañeros expertos en hacer moldes, pero también otro en esmaltes. Por lo que no trabajamos con esmaltes comprados. Esto nos da otro plus", reflexionan. 

Son conscientes en todo caso de que otro de sus grandes retos es darle impulso y visibilidad a un sector que es más conocido por la construcción que por sus posibilidades artísticas. "A Castellón se le conoce mucho por la cerámica industrial, es de hecho casi el epicentro mundial, pero no lo es tanto por la cerámica artística. Nuestra intención es cambiar esto y potenciar esa sensibilidad hacia el arte", aseguran desde Matèria Col·lectiva. 

Foto: Antonio Pradas

La asociación no quiere que sus piezas queden en cualquier caso guardadas en sus almacenes. "Si no las ve nadie, no tiene sentido para mí", deja claro una de sus creadoras. Por todo esto, la nueva generación de creadores luchará para poder mostrar sus obras no solo en exposiciones, sino también en un taller de artista. Es el sueño al que aspiran. "Todos tenemos la meta de vivir de esto. Unos lo harán más pronto, otros más tarde, pero todos lo tenemos en mente. Y esto ha sido un paso importante. Ahora le toca a la ciudad". 

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