CASTELLÓ. Argenta no desfallece. La compañía azulejera, sobre la que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia acaba de ratificar la entrada de Grupo Pamesa en su accionariado, materializó el año pasado una inversión de 21 millones de euros en "ampliaciones y modernización de instalaciones productivas" y para este año pretende seguir "el mismo ritmo inversor", señalan fuentes de la empresa.
Las inversiones de 2019 se centraron en el centro logístico puesto en funcionamiento este año en Onda, junto a la CV-10 y en la mejora de su planta de Vilafamés, donde el cambio de las prensas, líneas de esmaltado, hornos y el parque de boxes permitirá un incremento de la producción de entre un 40 y un 50%. En cuanto a las inversiones futuras, las fuentes prefieren no desvelarlas.
Asimismo, y ya en una operación externa en conjunción con su socio mexicano, la compañía castellonense ha puesto recientemente en funcionamiento una nueva factoría de pasta roja en el país maya.
Y en este 2020, Argenta Cerámica no solo espera repetir las inversiones, sino también las ventas. En el año previo a la entrada de Grupo Pamesa en el accionariado, la firma de Vila-real superó, por primera vez en su historia, los 200 millones de facturación.
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Concretamente, la firma alcanzó los 203 millones de euros en ventas, y para este año, pese a la incidencia del coronavirus, que tanto está lastrando la economía mundial, "el objetivo es repetir las cifras". No en vano, las exportaciones están funcionando muy bien en el conjunto del sector desde el pasado mes de junio, y, aunque todo está a expensas de cómo se desarrollen los últimos meses del año, la firma tiene un colchón (que no quiere desvelar) para tratar de garantizarse la consecución del objetivo.
En cuanto a las ganancias, el resultado neto alcanzó en 2019 los 8 millones de euros, más de un 20% por encima del año anterior, destinados totalmente a la capitalización de la compañía. En los últimos cinco años, Argenta Cerámica ha repartido 4 millones de euros en dividendos a los socios.
En cuanto a su deuda, la firma radicada en Vall d'Alba ha aumentado en diez millones el pasivo a corto plazo (incluyendo proveedores) hasta los 140 millones, mientras ha reducido en casi siete el pasivo corriente hasta los 51,6.
