CASTELLÓ. Benicàssim estrenará en marzo el hotel de mayor rango de las últimas décadas, de cuatro estrellas superior, que contará con 53 habitaciones, un restaurante, zona de eventos, spa y un sky bar en la azotea. El hotel, de nombre Albades, ha sido impulsado por la familia Bonet y la empresa Hábitat Castelló, con el concurso del estudio de arquitectura Medrano Sáez Arquitectos. Será el establacimiento hotelero número 20 de la localidad.
El hotel se ubica en el entorno de la playa de la Almadrava y se proyecta como una de las propuestas de más categoría del municipio. Su construcción muestra el vigor del sector en los últimos años, que ha anunciado, entre otras propuestas, un nuevo complejo por parte de Intelier (Grupo Gimeno) del hotel-apartamentos en los terrenos del antiguo Azor, y de un hotel de Sol y Mar en la avenida Ferrandis Salvador.
El objetivo de la empresa es abrir por las fiestas de la Magdalena, en la primera semana de marzo, para que ya esté a pleno rendimiento en la temporada de Semana Santa. Un hotel levantado de cero, en un solar situado entre las calles La Corte y Concejal J. Bonet. Han sido dos años de obra y una inversión de seis millones de euros. Empezará con una plantilla de 30 personas, pudiéndose ampliar hasta los 45, según destaca Joan Bonet, uno de los responsable del Albades.
El establecimiento consta de un sótano con zona para eventos y spa, una planta baja con piscina y un restaurante; cinco plantas con 53 habitaciones, la mayoría con vistas al mar; y una terraza en la azotea con piscina y un skybar.
Se caracteriza por una decoración en la que confluyen los estilos mediterráneo y colonial, con luz tenue, paneles de madera, muebles de ratán y fibras naturales.
Desde el hotel destacan que ahora están en los últimos flecos de la inauguración, con la solicitud de licencia de actividad y el proceso de contratación del personal.
El Albades aumentará de 19 a 20 la cifra de complejos hoteleros en Benicàssim. Y de cuatro estrellas serán seis. A este último hay que sumar el Orange, Bonaire, El Palasiet, Voramar y Trinimar. Luego, hay de tres, dos y una estrella.
De los 20 espacios hoteleros, tres pertenecen a la cadena Intelier, del grupo Gimeno, que ahora se encuentra inmerso en la sustitución del hotel Azor por un proyecto de hotel-apartamentos. Los otros dos son el Orange y Bonaire. Por su parte, Trinimar pertenece a la cadena de Servigroup, que ha adquirido también la tasca del Pollo. El resto pertenecen a compañías locales. Próximamente desembarcará una tercera cadena, Sol y Mar, de Calp.