CASTELLÓ. En tan solo unas semanas Benicàssim verá cómo arrancan las obras del primer hotel de cierta relevancia en mucho tiempo. Aunque en los últimos años se han abierto establecimientos en el casco urbano y algún otro en las villas del paseo Pilar Coloma, hace varias décadas que el principal motor de la economía benicense, el turismo, no emprendía un nuevo establecimiento hotelero de las características del Hotel Albades. Este es un establecimiento de cuatro estrellas y 53 habitaciones que promueve una familia local... que guarda celosamente su anonimato.
Para materializar el nuevo establecimiento hotelero benicense, los promotores afrontan una inversión de 6 millones de euros, en unas obras que está previsto que comiencen el próximo mes de septiembre a cargo de Civicons, filial del grupo castellonense Xiob. El objetivo de los propietarios es abrir al público el nuevo hotel de cuatro estrellas en el verano de 2023. Para ello, las tareas constructivas deberán durar menos de dos años.
En este sentido, el proyecto ya cuenta con licencia de obras. De hecho, la grúa ya está instalada en el solar, donde se han desarrollado ya algunos movimientos de tierras y se ha ubicado la pertinente valla anunciadora, aunque los trabajos propiamente dichos todavía no han comenzado.
Este proyecto es así el primero de los varios que, con gran calado, se han venido anunciando en los últimos tiempos para acometer nuevos hoteles en Benicàssim, como por ejemplo el cercano del PAI Pontazgo, que recientemente ha vuelto a la vida, o el previsto en la playa de Heliópolis. Pero a todos los otros todavía les restan varios pasos en su tramitación, siempre complicada.
El Hotel Albades respirará Essència mediterrània, como reza el lema con el que se está comenzando a dar a conocer. No en vano, el proyecto lo ha diseñado el prestigioso estudio castellonense Medrano+Sáez Arquitectos y de su interiorismo se ha encargado el almazorense Francisco Segarra. Ambos han colaborado ya en varios proyectos en la localidad a los que han aportado un aire colonial que también impregnará al nuevo hotel. Asimismo, en el proyecto también participa la ingeniería castellonense Incocas.
Además de las citadas 53 habitaciones, de las cuales diez serán suites, el hotel contará con spa y dos piscinas. Una de ellas estará ubicada en la terraza del edificio y tendrá vistas al mar, como casi todo el edificio, ya que, ubicado en segunda línea de playa justo detrás de Villa Sofía, del litoral solo lo separarán inmuebles de baja altura. En la cubierta del hotel, la piscina compartirá espacio con un skybar y un restaurante, con lo que desde todos ellos se podrá ver el mar.
El futuro edificio, con 1.160 metros cuadrados de superficie, tendrá forma de L y estará dividido en dos ambientes. La zona baja estará destinada a las actividades diarias, mientras las plantas superiores están concebidas para un uso más privado y acogedor.
El futuro espacio vacacional ha logrado además el certificado de construcción sostenible Breeam, creado por la entidad británica sin ánimo de lucro Building Research Establishment. Es el primer hotel de la provincia de Castellón que contará con este reconocimiento, el más importante del mundo en este sentido.