CASTELLÓ. La posible entrada de la enfermedad de la mancha negra de Sudáfrica en Europa tendría un efecto "devastador" en los cítricos del viejo continente, con daños que podrían llegar a los 1.185 millones de euros. Así lo asegura Bruselas en una carta que ha enviado a Sudáfrica para responder a su petición de consultas ante la Organización Mundial del Comercio.
Las autoridades sudafricanas cuestionan la regularización fitosanitaria que le impone la UE por el riesgo de plagas. Y ante este movimiento, la Comisión Europea rebate con contundencia, con datos y argumentos técnicos que ponen de manifiesto la necesidad del protocolo. De hecho, fuentes de la CE afirman que se estudia incluso incrementar los controles en las importaciones de Sudáfrica ante las interceptaciones registradas con mancha negra en los últimos años.
La UE defiende en su escrito la gestión especial que aplica en los cítricos de Sudáfrica ante el riesgo de la llegada de plagas. "La mancha negra es una enfermedad vegetal que no está en la UE, pero si se introdujera tendría consecuencias devastadoras para nuestra producción de cítricos", afirma.
Las autoridades comunitarias exponen que sus medidas se basan en la evidencia científica y tienen el objetivo de proteger la UE del posible impacto en la agricultura y medio ambiente de la mancha negra, una plaga causada por la Phyllosticta citricarpa que está presente en Sudáfrica, América del Sur y Asia, y que ha se ha extendido en Túnez. Y para ello, explican que anualmente "detectan un elevado número de envíos de naranjas y limones, mandarinas y pomelos procedentes de Sudáfrica contaminados con cítricos con mancha negra".
Así, solo en las tres últimas campañas de importaciones de cítricos procedentes de Sudáfrica (de 201 a 2023) se interceptaron 123 cargamentos contagiados; 43 en 2021, 32 en 2022 y 48 en 2023.
La Comisión Europea argumenta que "está científicamente demostrado que los cítricos son una vía de introducción de la plaga" y que la presencia de la Phyllosticta citricarpa "es un problema recurrente de los cítricos importados de Sudáfrica", de ahí que "estén sujetos a requisitos especiales", al igual, agrega, que los productos de Argentina, Brasil, Uruguay y Zimbabue.
La UE cuestiona a los responsables sudafricanos y esgrime sus "incumplimientos" en los controles así como el hecho de que pongan en duda el riesgo que supone la mancha negra para la UE, con las pruebas existentes en cuanto a los cargamentos contagiados y la expansión vía cítricos de esta enfermedad en diversos países.
Así, incide en que está "convencida de que sus medidas son compatibles con las normas internacionales y son necesarias para prevenir los importantes daños que estas plagas podrían causar a la sanidad vegetal y a nuestra agricultura economía en la UE".
Sudáfrica argumenta que no hay riesgo de irrupción de mancha negra en Europa por ser un clima diferente, pero un último estudio científico, puesto de relieve por el Comité de Gestión de Cítricos (CGC), evidencia su expansión en Túnez, lo que afianza de que hay riesgo de posible afección a cítricos de países europeos de la cuenca mediterránea.
Así. la patronal citrícola nacional reclama "la necesidad de mantener e incluso reforzar estas medidas de control -basadas en tratamientos fungicidas e inspecciones en origen" y señala "la falta de credibilidad científica de los exportadores de este país y de sus autoridades”.
La UE también recuerda que desde 2022 impulsa el tratamiento en frío en las naranjas de Sudáfrica para prevenir la introducción de otra plaga vegetal como la falsa polilla, aunque en este caso descarta de momento ampliarlo a las mandarinas y productos de otros países al no haber detectado un número de contaminaciones suficientes para ello.
El país sudafricano ya impulsó dos llamadas a consulta anteriormente ante la OMC que no tuvieron recorrido: en 2014 por los controles en la mancha negra, y en 2022 por el tratamiento en frío en la falsa polilla. Ahora insiste con la mancha negra.