CASTELLÓ. La solicitud de expedientes de regulación temporal de empleo por parte de empresas azulejeras se frena. Al menos así parecen indicarlo los datos que maneja la Conselleria de Economía Sostenible. En las dos primeras semanas de mayo (hasta el pasado día 13, fecha de los últimos datos disponibles) tres compañías cerámicas habían presentado su solicitud de ERTE, frente a las 36 que lo hicieron desde enero hasta finales de abril.
El dato de las dos primeras semanas de mayo contrasta claramente con las solicitudes de marzo. En aquel mes fueron 23 las peticiones de ERTE en el sector del azulejo. Y esto tiene una explicación evidente: las desorbitadas cotizaciones que en aquellos días alcanzó el gas, con picos por encima de los 227 euros el megavatio hora el 7 de marzo, lo que supuso sextuplicar los precios de un año antes.
Ahora, con unas cotizaciones al parecer estabilizadas en torno a los 80 €/MWh en las últimas semanas (el indicador Mibgas de mayo es incluso más bajo y el ttf ha ido reduciéndose de forma paulatina hasta los 86), la sangría laboral parece haberse frenado.
Esta evolución se aprecia mucho mejor si se atiende a la cifra de trabajadores afectados por los ERTE. Así, en el último mes y medio, los diez expedientes solicitados implican a 665 personas, mientras solo en marzo eran 2.136 los empleados de la industria azulejera afectados.
En total, desde inicios de año son 4.726 los operarios de la cerámica incluidos en expedientes temporales. No se trata solo de fabricantes de revestimientos, sino también de otros productos y de esmaltes. En lo elevado de la cifra tiene mucho que ver que a principios de año tres grandes compañías solicitasen un ERTE, una de ellas con 912 personas incluidas.
Todo ello se refiere, además, a solicitudes. Y es que, en cuanto a su aplicación, la Conselleria de Economía Sostenible no tiene forma de saber en realidad cuántos de estos ERTE se están ejecutando. Así, son varias las fuentes del sector que recuerdan que a principios de año sí se estaban materializando estos ajustes productivos, pero ahora lo son menos.
Eso sí, las compañías tienen a su disposición estos elementos de flexibilidad laboral hasta la fecha de finalización del ERTE. Muchas lo han solicitado hasta finales de septiembre, pero son mayoría las que prolongan hasta el próximo Año Nuevo, o incluso la primavera de 2023, sus solicitudes.