CASTELLÓ. El coronavirus deja un escenario insólito en el Ayuntamiento de Castelló. El gobierno municipal tiende la mano a la oposición para trabajar juntos en el rediseño del presupuesto 2020, que se eleva hasta los 187 millones de euros tras un primer borrador cerrado en febrero.
El instrumento que habilita esa cooperación se fundamenta en la moción anunciada por la alcaldesa, Amparo Marco, para el próximo pleno, en la que propone dotar de mayor peso político a la Junta de Portavoces y crear una Mesa de Diálogo, en la que participen todos los grupos, para consensuar las medidas que suavicen los efectos del Covid-19.
Según ha explicado el portavoz del ejecutivo local, Rafa Simó, al término de la Junta de Gobierno Local, la propuesta de la primera munícipe "invita" al PP, Ciudadanos y Vox "a participar" en la nueva elaboración de las cuentas, marcadas por su carácter social y económico para hacer frente a la pandemia. "Este presupuesto no debe ser partidista, sino de la ciudadanía. Ha de abrirse a todos los grupos políticos. Es el momento de estar unidos", ha señalado.
Simó se ha mostrado optimista acerca de la postura que adopte la posición a propósito del ofrecimiento. Esa confianza responde "al talante conciliador" que caracterizó la sesión extraordinaria de este jueves, primera de la historia en el consistorio realizada con medios telemáticos.
El portavoz del gobierno municipal ha ido más allá y ha hablado de "punto de inflexión" en las relaciones entre el Acord de Fadrell y los partidos de derecha, centro derecha y extrema derecha. En este contexto, ha reiterado la necesidad de "trabajar juntos" para "sacar unas cuentas que sirvan a la ciudadanía".
Así, consciente de la dificultad que entraña pactar un presupuesto entre seis fuerzas distintas, ha advertido que "quizás los tiempos se compliquen un poco", en referencia a su aprobación definitiva y entrada en vigor. "Lo importante es llegar bien a la meta", ha concluido.