El Fadrell y la oposición siguen a lo suyo: de "una especie a extinguir" a las siete plagas de Egipto

CASTELLÓ. La retórica se instala sin vuelta atrás en los plenos del Ayuntamiento de Castelló. Da igual los acuerdos que adopten los grupos municipales y su calado social. Lo que importa es la puesta en escena y el cuerpo a cuerpo en busca del rédito electoral. A escasos siete meses para que se celebren los comicios municipales, los partidos solo persiguen el lucimiento personal y el debilitamiento del adversario político. Se trata de provocar al rival para entrar en una espiral de aspereza dialéctica. Una estrategia que, en ocasiones, resulta demasiada forzada al meter con calzador en los discursos temas que para nada tienen que ver con el debate.

Es lo que ocurrió en la sesión de este jueves, la ordinaria de octubre, y que no fue más que una segunda parte de lo vivido en la convocatoria de octubre. El Acord de Fadrell (PSPV, Compromís y Podem-EUPV) y la oposición (PP, Ciudadanos y Vox) repitieron el intercambio de golpes, con especial protagonismo de socialistas y populares, que recurrieron al "y tú más" para desgastarse mutuamente. La vehemencia de unos y otros derivó, una vez más, en momentos que llegaron casi al insulto.

Tanta impetuosidad convirtió en anécdota el consenso, en forma de dos declaraciones institucionales, para pedir a la Generalitat Valenciana la reforma integral del Hospital General y la mejora de servicios en el centro de salud Raval Universitari con las Urgencias. Esa armonía saltó por los aires en los cuatro debates. Uno sobre el nuevo CEIP Sebastián Elcano. Otra acerca de la modificación de las tarifas del cementerio. La tercera respecto a distintas modificaciones de crédito a fin de mejorar la situación financiera de los Patronatos de Deportes y Fiestas. Y la última respecto a una moción del PP sobre un plan de modernización de las instalaciones deportivas, que murió en la orilla por los votos en contra del ejecutivo local.

Varias 'perlas'

Las acaloradas porfías dejaron numerosos perlas, como: "Son una especie a extinguir" (del portavoz de Cs, Vicente Vidal, al tripartito); "A guanyar diners, on estan, on estan?" (también de Vidal refiriéndose a la subida de precios del cementerio); o "la mala educación y la grosería es una constante en ustedes" (de la alcaldesa, la socialista Amparo Marco, a la oposición). También "qué triste es recurrir a las viejas glorias [Alberto Fabra] para resurgir al PP" (de la edil de Hacienda, Monica Barabás); o "Omar Braina [concejal de Deportes y Fiestas]  es como la película Exodus de Ridley Scott, que reproduce las siete plagas de Egipto" (de la regidora popular Susana Fabregat).

Los concejales de la principal fuerza de la derecha, con el único propósito de desestabilizar al PSPV, se mostraron siempre muy irónicos en sus intervenciones. Esa mordacidad llevó a los munícipes socialistas (y también al líder de Compromís, Ignasi Garcia), a recordar las etapas de los gobiernos del PP en el consistorio. Este último, y en relación a los colegios, señaló que "uno de los motivos de la necesidad de invertir en las construcciones escolares es que, las ejecutadas por el Partido Popular tienen un denominador común: la deficiencia. Una hipoteca que nos han dejado y hemos tenido que pagar todos los castellonenses".

111 millones sin ejecutar

En esta línea, Marco acusó al PP de "armar lío" con sus propuestas, mientras que la mentada Barabás recordó la grave situación del Ayuntamiento en 2012, cuanto estuvo intervenido por el Ministerio, lo que obligó a aplicar un plan de ajustes para evitar la quiebra técnica. Por su parte, los ediles populares afearon al Fadrell su mala gestión. Según aseguró Juan Carlos Redondo, "a 30 de agosto les sobran del presupuesto de este año 111 millones de euros, una cantidad que no se han gastado. Del total, 39 millones son inversiones sin ejecutar".

Los ataques de la oposición al equipo de gobierno se hicieron más visibles en la figura del munícipe de Deportes cuando se abordó la moción del Partido Popular. Braina calificó la iniciativa de "demagógica, que solo busca hacer daño político. Todavía estamos arreglando sus empastres tras haber invertido seis millones". Fabregat le replicó que "viene aquí a hacer un lavado de cara, que no se cree nadie".

La acidez de las alocuciones caracterizó incluso el turno de ruegos de turnos y preguntas, en el que Vidal interpeló a la concejala de Cultura, Verònica Ruiz, sobre el nuevo reglamento de la banda municipal de música, que otorga más poder al actual director, Marcel Ortega. La portavoz del PP, Begoña Carrasco, también sacó a relucir una respuesta del tripartito sobre las sanciones impuestas por las videocámaras en 10 meses, 65.479. "Una barbaridad, porque supondría si las cobraran todas un bruto 5,2 millones de euros", señaló. Unas cifras que el responsable de la Policía Local, Octavio Traver, matizó al advertir que "se han anulado 29.689 y solo se han cobrado 9.860 multas".