CASTELLÓ. El nuevo muelle de graneles líquidos del puerto de Castellón lleva camino de eternizarse. La obra, consistente en la ejecución de un nuevo pantalán junto al existente frente a las instalaciones de Masol Iberia Biofuel en la dársena sur y que a estas alturas ya debería estar acabada en base a las previsiones iniciales, todavía no tiene fecha de inicio.
Es más, cuando parecía que ya estaba todo listo para su ejecución tras resolver los problemas con la adjudicación que motivaron la renuncia de varias empresas, a día de hoy se siguen realizando trámites que ayuden a materializarla. Fuentes de la Autoridad Portuaria de Castellón reconocen que tras el replanteo de la obra "se han realizado unos estudios geotécnicos complementarios de los que se han tenido los resultados recientemente y que están siendo analizados por expertos en la materia para contrastarlos con los primeros".
Las fuentes de PortCastelló no señalan si estos trámites añadidos se prolongarán en el tiempo y se limitan a apuntar que esperan "que en las próximas semanas se pueda avanzar en el proceso".
La obra, que salió a concurso el 2 de octubre de 2017, fue adjudicada en un primer momento a Rover Alcisa a inicios del año pasado. Pero la compañía valenciana renunció a ejecutarla alegando que los precios "no se le acomodaban", sobre todo en lo que respecta al cajonero que debe materializar sobre el agua los bloques de hormigón que servirán de base para el muelle, según señaló en su día el entonces presidente de PortCastelló, Paco Toledo.
Tras ello se resolvió que fuera la Unión Temporal de Empresas formada por Becsa y FCC la que ejecute por 3,74 millones (4,5 si se le suma el IVA) el nuevo atraque para graneles líquidos, el quinto de la dársena sur. Falta ahora saber de qué forma se resuelven las discrepancias geotécnicas detectadas y, tras ello, conocer cuándo pueden comenzar las actuaciones constructivas, para las que se ha previsto un plazo de ejecución de un año.