CASTELLÓ. El tiempo vuelve a dar la razón a la concejalía de Feminismo y LGTBI de Castelló. La sección cuarta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana ha resuelto desestimar el recurso de apelación presentado por la asociación Abogados Cristianos contra la sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Castelló de la Plana, del 26 de mayo, que respalda a la institución pública en su decisión de entregar libros de temática LGTBI a varios centros castellonenses. Así mismo, condena a la entidad de ultraderecha a pagar la cantidad de 1.200 euros de costas procesales.
"Hoy se vuelve a poner de manifiesto que la persecución mediática y política de la derecha y de la extrema derecha nos hace perder a los demócratas el tiempo y el dinero", ha manifestado la concejala Verònica Ruiz, quien -tras conocerse la sentencia- ha achacado a Abogados Cristianos "su sectarismo". "Hoy, de nuevo, su fanatismo pierde ante el Tribunal Superior de Justicia y además no solo pierde, sino que les han condenado a pagar las costas", expresaba Ruiz.
No obstante, la sentencia no es firme y aún se puede recurrir ante la Sala 3ª del Tribunal Supremo, o en su caso, ante la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJCV. Desde Abogados Cristianos afirman a este diario que están "trabajando" en el caso, pero se desconoce si volverán a recurrir.
Hace algo más de un año que el juzgado de lo Contencioso nº1 obligó al Ayuntamiento a retirar de forma cautelarísima 32 libros con perspectiva LGTBI que habían sido donados a once institutos públicos y un centro de menores con el fin de fomentar "la convivencia en igualdad, la tolerancia y el respecto a la diversidad". Una decisión que dejó "perpleja" a la concejala del área, Veròrnica Ruiz, puesto que las obras fueron retiradas de las aulas con carácter inmediato tan solo dos días después de su entrega.
El caso suscitó, en efecto, mucha polémica llegando incluso a Argentina, desde donde su presidente, Alberto Fernández, criticó "la censura" generada con la retirada de los libros. Unas obras entre las que se encontraba la de compatriota Bruno Bimbi. "Hoy sucede que en España los libertarios discriminan y censuran. Pero quiero decir que repudio todo intento de discriminación y censura en cualquier lugar donde ocurra", afirmó Fernández. Unas palabras a las que se sumaron las de diferentes colectivos locales y otros representantes políticos como Sira Rego, vicepresidenta del grupo parlamentario europeo The Left, quien llevó el caso hasta el Europarlamento.
Pero la controvertida noticia parecía llegar a su fin cuando en mayo de 2022 una nueva resolución judicial dictaminó que la decisión de la institución no vulneraba ningún derecho y se decidió, como consecuencia, levantar la medida cautelar que paralizó, en un primer momento, la distribución de los libros.
Las publicaciones pudieron regresar así a sus respectivas salas bibliotecarias, aunque de nuevo bajo la lupa de la asociación católica, que decidió presentar un recurso de apelación por considerar "intolerable que en centros públicos se faciliten libros a menores que promueven prácticas tan dañinas como el sexo con drogas" y que se "impongan una ideología". Una observación que, esta vez, no fue compartida por los magistrados, quienes señalaron que la Asociación "hace afirmaciones y suposiciones carentes de fundamento, en el sentido que los libros se han puesto a disposición de niños de muy corta edad, pero esta consecuencia no se evidencia en modo alguno".
También, según puntualizó el Tribunal de Justicia el pasado mes de mayo, el Ayuntamiento de Castelló es "ajeno" al uso que se realice de los libros, algo que dependerá de cada centro y, además, las obras entregadas "no están destinadas a lectura obligatoria por parte del alumnado", sino "a que el centro, y en especial, el profesorado, las utilicen según sus conocimientos pedagógicos de acuerdo a la Ley Integral del Derecho a la Identidad y la Expresión de Género de la Comunitat Valenciana". Así mismo, la compra "fue precedida del correspondiente informe técnico del Bibliotecario Municipal y de la emisión del informe de necesidad para su contratación". Con lo que el TSJ dictaminó que "no se evidencia lesión alguna de los derechos fundamentales de libertad ideológica y religiosa, o del derecho a una educación de los hijos conforme a las propias convicciones, que fuera imputable al acto administrativo recurrido".
Algunos de estos títulos que se cedieron a los centros de Castelló fueron El fin del armario, Un año sin nombre, Transeducar. Arte, docencia y derechos, Yo soy así y eso no es un problema, La cultura de la homofobia y como acabar con ella, A la conquista del cuerpo equivocado o Cómo superar un bollodrama, entre otras lecturas que pasan de la narrativa, al ensayo, la ficción, la novela gráfica o la poesía.
A principios del año pasado, la concejala de Feminismo y LGTBI de Castelló, Verònica Ruiz anunció que desde el Ayuntamiento se seguirán enviando más libros de temática LGTBI a los institutos y salas de lectura públicas de la ciudad.
El espacio comercial más emblemático de Castelló sopla las velas de sus tres cuartos de siglo desde aquel 21 de diciembre de 1949 en que fue bendecido por el arcipreste Balaguer. Ahora afronta su más importante remodelación, que desde enero de 2026 obligará a un traslado temporal de sus puestos a una carpa en la plaza Santa Clara