Nuevo embrollo con las tascas: los bares rechazan las medidas correctoras para eliminar la ZAS

CASTELLÓ. La decisión del Ayuntamiento de Castelló de implantar medidas correctoras en las tascas para eliminar la Zona Acústicamente Saturada (ZAS) no ha sentado nada bien entre los empresarios. Al contrario, existe cierto malestar después repasar la propuesta, ya que consideran que se les penaliza, especialmente con la reducción del horario para consumir alcohol en vía pública (de las actuales 22.30 horas a las 22.00) y con la prohibición de nuevas licencias.

La asociación que aglutina los establecimientos de la calle Barracas no solo anuncia la presentación de alegaciones durante el proceso de exposición pública, sino que también pretende solicitar una reunión con el equipo de gobierno al objeto de revisar los puntos del acuerdo. "Lo de la limitación horaria no lo terminamos de entender. Estamos cumpliendo con los parámetros que nos marca la ley y, en lugar de darnos facilidades para poder crecer, nos aprietan más", lamenta el propietario de la Tasca Ernesto-La Oficina, Ernesto Bou. "Nos quieren convertir en gasolineras, que a partir de las 10 de la noche no venden alcohol", advierte José Romero, del Grupo La Guindilla. "Al final, lo que hace el Ayuntamiento es poner las condiciones que teníamos antes de la ZAS", agrega este último.

Las tascas se convirtieron en Zona Acústicamente Saturada en 2010. Por sentencia judicial a raíz de una denuncia de la plataforma Sense Soroll, el ejecutivo entonces del PP se vio abocado a imponer restricciones, como una mayor presencia policial, adelanto del cierre en la calle y el veto a nuevos permisos. Las medidas correctoras se actualizaron hasta en dos ocasiones durante los siguientes ocho años (en 2014 y en 2018). 

"Desde la pandemia los negocios se han devaluado mucho. Hemos visto cómo las cajas se han reducido una barbaridad. En mi caso, que tengo un local donde solo pueden entrar 20 personas, prohibir el consumo de alcohol significa que la gente no vendrá", vaticina Romero.

Situación complicada a raíz de la pandemia

"Que nos pongan más recortes desde el Ayuntamiento no está claro. Salimos de una situación muy complicada y lo que necesitamos son facilidades. Que ni siquiera podamos adecuar o ampliar nuestros locales porque no se van a dar ningún tipo de licencia, personalmente no me parece bien. Más cuando hemos hecho un esfuerzo muy importante en los últimos años", advierte Bou.

El acuerdo sobre la supresión de la ZAS, que será aprobado por la Junta de Gobierno Local este jueves, recoge una serie de actuaciones de obligado cumplimiento para los hosteleros. Las más importantes son la suspensión de nuevas autorizaciones de ocio, recreo y venta de alimentos y bebidas, la limitación horaria para beber en el exterior, la realización de campañas de concienciación e instalación de un semáforo acústico.

"Son más recortes y esto lo tenemos que hablar. Incluso, ahora la ley estatal alarga el horario diurno hasta las 23.00 horas y el Ayuntamiento pretende que dejemos de servir a partir de las 22.00 horas si estás en la calle. Lo lógico hubiese sido ampliar el horario actual (22.30 horas) y no reducirlo. Además, nosotros hemos puesto soluciones, como personal en las puertas para controlar a la gente", subraya Bou.

Si las previsiones del equipo de gobierno se cumplen, el nuevo marco jurídico de las tascas debería ser una realidad entre agosto y septiembre. Sin embargo, la interposición de cualquier tipo de recurso podría posponer la entrada en vigor unos meses en función del número de objeciones y su complejidad técnica.