CASTELLÓ. Frost-trol, empresa referente en Castellón en fabricación de frigoríficos para usos comerciales, da un nuevo giro para intentar asegurar su viabilidad a largo plazo y superar los problemas financieros que arrastra desde que fue objeto de un fraude interno en 2021. Ahora impulsa la segunda reestructuración en ocho meses, en la que contempla despedir a 144 trabajadores y priorizar a sus clientes tradicionales.
La firma, con sede en Cabanes, impulsa un plan estratégico que busca "consolidar una posición diferencial dentro del sector de la refrigeración comercial, impulsando su oferta de servicios, centrándose en nuevas áreas de negocio y reduciendo otras menos estratégicas y de menor rentabilidad".
En virtud de este proceso, la dirección de la empresa ha presentado este miércoles al comité de empresa su propuesta para aplicar un Expediente de Regulación de Empleo que incluye a 144 de los 276 empleados que conforman la plantilla. Su objetivo es cerrar el ERE antes de final de año y operar ya bajo la nueva estructura empresarial al inicio de 2025. Para ello, ahora se abre un proceso negociador en que los sindicatos defienden que se apliquen las mismas indemnizaciones (28 días por año trabajado y un total de 15 meses) que en el último ERE de mayo.
Además de esta reestructuración, la industria, con más de 65 años de historia, pretende implementar nuevos aires en su gestión y adecuarse a las necesidades del mercado. Para ello, apuesta por dar preferencia en su proceso de fabricación y comercialización a una decena de grandes clientes, además de subcontratar parte de la oferta productiva que no aporta valor dentro de la cadena de suministro para mejorar su posicionamiento competitivo. También creará una nueva firma de servicios centrada en el mantenimiento.
Asimismo, aboga por "reforzar el área de servicios de refrigeración y postventa, posicionando a Frost-trol como un aliado integral para sus clientes, más allá de la fabricación de equipo", y por "ampliar las soluciones para el comercio electrónico y digitalización, apoyando a los clientes en su transición hacia modelos de negocio que exigen nuevos formatos de refrigeración adaptados a las necesidades del e-commerce".
"Todas estas acciones tienen como objetivo fortalecer su posición en el mercado y adaptarse a las tendencias socioeconómicas actuales en las que ampliar la oferta de servicios de refrigeración es clave en la generación de valor para el cliente", argumentan desde la compañía.
La empresa ya promovió en mayo unas primeras medidas para afianzar su sostenibilidad, con la firma de una nueva línea de circulante y el despido de 81 trabajadores. En aquel momento la propuesta inicial de la firma era la de incluir 99 personas en el ERE, pero luego lo rebajó en 18.
La empresa castellonense ha ejecutado diversas medidas y ajustes en los últimos tiempos para sortear las dificultades económicas que ha venido arrastrando desde el fraude interno que le sacudió en 2021, valorado en 14 millones de euros. Unos ajustes con los que aspira a adecuar su organigrama operativo y financiero y fortalecer su posicionamiento en el mercado de frigoríficos comerciales, en el que es una de las marcas líderes a nivel internacional.